Las nuevas tecnologías han conseguido que la mayor parte de los empleos hoy en día se realicen sentados. Es muy habitual trabajar en una oficina, con un ordenador, y tener la necesidad de pasar ocho horas diarias sentado frente a él y con las manos en un teclado. Y aunque puede ser mucho más cómodo para ti o tus empleados que pasar esas ocho horas trabajando en el campo, por ejemplo, existen algunas consecuencias del sedentarismo que seguramente no quieras sufrir en tu empresa.
Consecuencias del sedentarismo en el entorno laboral
Pasar la jornada laboral sentado y sin ningún tipo de actividad física termina por pasar factura y causar problemas de salud. Incluso aunque al salir del trabajo mantengas tus rutinas deportivas y de ejercicio.
Lo más habitual son problemas de espalda y cuello, tensión muscular o contracturas, pero no podemos olvidar la pérdida de masa muscular que conlleva el no realizar ningún tipo de actividad física. Asimismo, debemos hablar del riesgo de enfermedades más importantes como las cardiovasculares, la diabetes o los tumores, de alteraciones cognitivas, varices, sobrepeso e incluso de las muertes prematuras.
Según varios estudios recogidos en el British Medical Journal, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo 2 aumenta al doble en personas sedentarias, el riesgo de padecer algún tipo de cáncer aumenta en un 13 % y el de muerte prematura en un 17 %.
Cómo luchar contra el sedentarismo en una empresa
La mejor manera de luchar contra el sedentarismo es que parta desde la propia empresa e incluirlo dentro de las políticas de prevención de riesgos laborales puede ser un buen lugar. Si desde la dirección o desde recursos humanos se fomenta la actividad física incluso dentro de la propia jornada laboral, la salud de los trabajadores mejorará y resultará beneficioso también para la empresa, ya que disminuirán las bajas por enfermedad y se mejorará la productividad.
Entre las medidas más adecuadas para luchar contra el sedentarismo se encuentran las siguientes:
- Que los empleados se levanten y caminen unos cuantos pasos más o menos cada dos horas, aunque sea hasta el baño.
- Adquirir escritorios que permitan tanto el trabajo sentados como de pie. Puede parecer complicado, pero un gran porcentaje de los países escandinavos, por ejemplo, ya cuentan con ellos para su jornada laboral diaria.
- Fomentar el uso de las escaleras en vez de los ascensores. Es algo que ya se ha utilizado con éxito, por ejemplo, en el metro de Estocolmo, donde colocaron las teclas de un piano en cada peldaño de las escaleras para animar a los usuarios a utilizarlas en vez de las mecánicas.
- Animar a los empleados a aparcar un poco más lejos y terminar el trayecto a pie.
- Proponer la incorporación de ejercicios de movilidad articular sobre todo en el cuello y los brazos. En caso de que no lleves a cabo ninguna otra medida, puedes incluir también las piernas. Los estiramientos y las rotaciones ayudarán a desentumecer las articulaciones, a disminuir los dolores y a prevenir las lesiones.
Las consecuencias del sedentarismo para la salud son enormemente negativas. ¡Vela por el bienestar físico y mental de tus empleados invirtiendo en su salud y seguridad!