La combinación pandemia-teletrabajo, abrió una reflexión sobre la posibilidad de mejorar, por tanto, la relación entre el ámbito personal y el ámbito laboral. Desde entonces, las circunstancias relacionadas con el bienestar de los trabajadores se han puesto mucho más en el centro y una de las políticas más desarrolladas hoy tiene que ver con la flexibilidad horaria en la empresa. En este artículo hablamos de cómo implantarla esta medida en la empresa.
La flexibilidad horaria en la empresa: características y tipos
La flexibilidad horaria en la empresa busca facilitar el equilibrio, la conciliación entre la vida familiar y laboral de sus trabajadores. Ofrece horarios menos rígidos, una jornada de trabajo que tenga en cuenta esta situación tanto a la entrada y la salida del trabajo, como a la hora de establecer turnos o generar posibilidades más personalizadas, como las modalidades mixtas, que ahora veremos.
El horario flexible presenta características como las siguientes:
- Se basa en la autonomía, la responsabilidad y la confianza: ya que el trabajador busca mejorar su situación personal para que la empresa pueda también mejorar su productividad con dicha medida.
- Debe establecerse tras un consenso entre empresa y trabajador: según establece la ley 10/2021 o el propio Estatuto de los Trabajadores en relación a este aspecto concreto.
- Tiene que responder a las mismas obligaciones que tiene una jornada fija: como por ejemplo, la obligatoriedad de registrar el horario de forma diaria.
Entre las formas más comunes de establecer esta flexibilidad horaria, destacaríamos estas:
- Tradicional: que establece una franja de tiempo tanto a la hora de la entrada como en la salida para que el empleado pueda utilizar el horario más adecuado a sus necesidades.
- Jornada comprimida: el trabajador puede elegir trabajar más horas pero durante menos días a la semana.
- Horario autónomo: el empleado puede fijar su propio horario siempre y cuando se cumplan los objetivos establecidos y compartidos entre empresa y trabajador.
- Horario mixto: que combina horas de trabajo en la oficina con la posibilidad de establecer franjas horarias o días completos fuera de ella de mayor flexibilidad.
- Jornada por proyectos: utilizado por profesionales freelances o los llamados nómadas digitales, que trabajan sin limitación horaria pero también con períodos de inactividad en función de las necesidades personales y del propio proyecto.
4 errores que debes evitar al implantar esta política en la empresa
Para que este tipo de medidas de adaptabilidad horaria funcionen correctamente, debemos evitar los siguientes errores en su implantación:
- No establecer un periodo de prueba: antes de poner en marcha la medida, ciertos empleados más expertos o aquellos de mayor confianza de la dirección, deberían colaborar en un período de prueba antes de su aprobación definitiva.
- No crear un procedimiento de control: establecer mecanismos de control y registro, normas de aplicación de la medida y de evaluación, debería ser esencial para que la productividad de la empresa y su gestión de personal no se vean afectadas.
- No capacitar a los empleados: es importante, sobre todo si se ponen en juego herramientas y aplicaciones digitales, que los empleados se formen con los recursos con los que van a contar y dominen las características de estas nuevas políticas
- No evaluar los resultados: si no se evalúan los resultados obtenidos, no existirá proceso de mejora ni sabremos si la rentabilidad de la empresa se ha visto afectada, entre otros aspectos.
Por tanto, aunque son evidentes y están demostradas las ventajas de poner en marcha una medida de estas características, es necesario que la empresa realice un ejercicio de reflexión sobre la implantación o no de medidas de teletrabajo, o sobre qué tipo de acciones de flexibilidad encajan mejor con su naturaleza y de qué forma implantarlas para tener éxito con la medida.