Cuando un problema de salud impide a una persona acudir a trabajar, hay una serie de medidas que tanto el empleado como empleador deben tomar. En efecto, ambas partes tienen derechos y obligaciones que cumplir ante lo que se conoce como “baja laboral por enfermedad común”. Pero ¿tienes claro de qué se trata?, ¿qué implica? y ¿cómo se gestiona? Te lo contamos.
Baja laboral por enfermedad común: lo que debes saber
El no asistir al trabajo a causa de una enfermedad común es una alteración de la salud que no es accidente de trabajo ni enfermedad profesional, como por ejemplo puede ser el síndrome del quemado o burn out.
Se trata de una incapacidad temporal que requiere de asistencia sanitaria por parte de la Seguridad Social y que impide a la persona cumplir con sus obligaciones laborales.
En España se sabe que las patologías que acumulan mayor número de bajas laborales son: lesiones de columna lumbar, psiquiátricas, gripes, infecciones, afecciones oncológicas y cardíacas.
La baja laboral por enfermedad común, cualquiera sea su causa, podrá extenderse por un máximo de 365 días, de acuerdo con la Ley General de la Seguridad Social. Ese plazo puede ser prorrogado hasta 180 días más.
¿Cómo funciona la baja laboral por enfermedad común?
No ir a trabajar y comunicar el motivo al área de Recursos Humanos (RRHH) no es correcto, aunque así lo parezca. Lo que todo empleado debe hacer al hallarse incapacitado para trabajar es acudir a su médico de cabecera para que este profesional le otorgue un justificante médico en el que figure su diagnóstico, los días autorizados de baja, es decir, en los que no podrá acudir a trabajar, y el tratamiento sugerido para eliminar los síntomas de la enfermedad común a la que se haga referencia.
Vale aclarar que, en caso de no conseguir una cita urgente con el médico de cabecera, el empleado enfermo puede acudir al servicio de Urgencias del centro de salud que le corresponda de acuerdo con su domicilio.
Lo que debe quedar claro es que la baja por enfermedad común no puede ser confirmada por un médico privado o particular, sino por un profesional miembro del Servicio Público de Salud.
¿Cómo ha de gestionarse la baja laboral por enfermedad común?
El parte de baja o certificado médico se recibe por duplicado: una copia queda en manos del empleado y la otra debe ser remitida al empleador. El enfermo puede alcanzarla personalmente o, de no poder hacerlo, a través de una persona autorizada u otros medios. A partir del cuarto día hábil de ausentismo laboral, corresponderá a la empresa gestionar el pago de un porcentaje del salario al empleado en cuestión, durante el periodo en el que esté dado de baja.
De este modo, ya sabes que a partir del cuarto día de baja laboral por enfermedad común de uno de tus trabajadores tendrás que pagar un porcenteje de su salario además de recibir toda la documentación por su parte si se encuentra enfermo y no puede ocupar su puesto de trabajo. Todo ello a los efectos de fomentar el bienestar del personal, pero, además, procurar que las bajas laborales afecten lo menos posible a la productividad y al clima de trabajo dentro de la organización.