Las cosas suceden, de una manera u otra.

Los cambios se suceden siempre de manera imprevisible, y a menudo son imperceptibles.

Hasta que se hacen patentes, latentes y sus sinergias son ya inevitables para todos.

Quiero empezar con éste, una serie de artículos que versen sobre el uso y empleo de las redes sociales.

Artículos que me servirán de introducción a este complejo mundo, que para saber manejarlo hay que aprender en profundidad, y del que nunca se termina conociendo del todo.

Y que también me servirá como punta de lanza del curso de “Administración de redes Sociales”, diseñado y programado íntegramente para beneficio de quienes quieran conocer a fondo el manejo de estas herramientas básicas.

Las redes sociales consideradas como tales.

Hablo de sitios web que permiten a cualquier usuario ponerse en contacto para uso profesional.

Hablo de lugares en Internet, donde además de tener un perfil que te cualifica, puedes tener la posibilidad de poder ponerte en contacto con otros profesionales de tu sector, donde puedes estar al corriente de las nuevas tendencias de tu área de experiencia, donde puedes relacionarte con empresas directamente, y donde puedes implementar funcionalidades que mejoren tu relación experta en todos los sentidos.

Está claro que las redes sociales se están convirtiendo en el paradigma de la comunicación de inicios de este siglo.

Lugar en el que es posible tener acceso a todo tipo de información, en cualquier momento y lugar. Pero también, en cualquier idioma.

Sin darnos cuenta, podemos tener acceso a las nuevas corrientes de pensamiento de cualquier materia, de cualquier campo, mediante un simple clic de ratón.

Pero no solamente eso.

Además, podemos tener acceso a foros profesionales, a eventos, simposios, foros, congresos, que de otra manera pasarían desapercibidos, inadvertidos.

LinkedIn

El nombre de esta red social hace referencia al hecho de estar vinculados unos usuarios con otros, pero de manera activa.

Éste es el elemento diferenciador y fundamental que va a marcar la tónica del funcionamiento del portal.

Su filosofía no se basa meramente en crear un perfil y esperar a que el usuario se mueva para que se puedan obtener resultados palpables.

El sufijo In hace hincapié en la proactividad del sistema en su conjunto.

Pero empezamos por el principio…

A la hora de configurarnos un perfil profesional, habremos de establecer nuestros datos personales.

Cuantos más facilitemos, más estaremos ayudando a que pueda existir un futuro contacto profesional de parte de alguna empresa interesada en nosotros.

Establecer una capacitación y un área de competencia, es básico para que el sistema funcione.

En el caso de que poseamos varias, habremos de seleccionar aquella que nos defina mejor de una manera general, o bien, habremos de escoger aquella por la que queramos que se nos busque.

Digamos que podemos ser profesionales en el campo de la comunicación, pero también en el de la formación (en términos generales, sin entrar en nada más). Nuestra capacitación profesional principal sólo podrá estar definida por el campo de las Relaciones públicas y comunicaciones o de la Educación y formación.

Una vez hayamos finalizado de configurar todos nuestros datos, en nuestra página accesible para el resto de los usuarios, éste será el dato que aparecerá junto al de nuestro más reciente puesto de trabajo, y a los datos personales.

La imagen que vemos arriba es un resumen de lo que encontraremos en nuestra tarjeta de presentación de LinkedIn una vez hayamos terminado de confeccionarla.

La estudiamos por partes.

El perfil de LinkedIn y sus componentes

Básicamente lo que nos permite este sitio web es la confección de un currículo profesional en línea que luego podremos divulgar a cualquier usuario (sea o no sea miembro del portal) gracias a una dirección web personal que nos dirige a nuestro perfil público.

Dicho perfil podemos personalizarlo con diferentes aplicaciones, complementos e informaciones, que son su punto fuerte.

Antes de comenzar por la parte curricular, os pongo al corriente de que la sumarización de los datos profesionales es completa. Quiero decir que se piden detalles de lo que se ha estado haciendo en el puesto de trabajo (con bastante espacio para rellenarlo, por cierto), y recomiendo vivamente que se aproveche para soltarse y dar todo tipo de detalles sobre cada una de las experiencias profesionales de las que demos cuenta.

¿Por qué?

Bueno, la experiencia más reciente la he tenido con una empresa de reclutamiento con oficina en Sevilla.

Optaba al puesto de Community Manager del que había tenido noticias (cómo no) a través de Twitter, y la comunicación fue bastante rápida como exhaustiva.

Tras ponerme en contacto con ellos por correo electrónico, en menos de veinte minutos me contestaban para remitirme un formulario de empresa en el que se me pedía que incluyera un currículo profesional detallado hasta el límite.

Plazo de tiempo para remitirlo cumplimentado: las cinco de la tarde, hora en que el proceso de selección terminaría.

Bueno.

Me puse a darle vueltas.

Los datos personales y las expectativas, las aptitudes, idiomas, cualificaciones e intereses no eran muy complicados de rellenar. Estos últimos, obviamente hay que cumplimentarlos de acuerdo a lo que el puesto requiere.

La parte más compleja del dossier venía dada por la exhaustiva y detallada información que se requería de mi experiencia profesional. Donde debía de contar, además de la empresa y fechas de ingreso y final, los datos más reseñables de cada puesto de trabajo.

Y cuento con más de veinte años de experiencia, y he estado en cerca de una decena de puestos de trabajo…

Imposible en menos de tres horas.

Sobre todo, acostumbrado a enviar currículos de no más de dos o tres páginas, que es lo que los reclutadores suelen aconsejar (ya que el resto de la información se debe de contar en la entrevista personal).

Retomando el tema.

Todo esto que os he contado viene a colación porque en este caso me hubiera venido muy bien poder contar con una herramienta que pudiera ofrecerme o facilitarme mi currículo ya detallado de manera inmediata.

De forma que, con tan sólo copiar y pegar, pudiera rellenar esa parte tan abultada como farragosa.

LinkedIn tiene un botón mágico que te permite imprimir directamente desde la web y en formato A4, sin elementos que hagan referencia al portal, tu currículo con toda la información que hayas añadido.

Esta funcionalidad es perfecta tanto para nosotros mismo, como para quienes quieran tener una copia de nuestro currículo y más tarde, ponerse en contacto con nosotros.

Por eso insisto en que es básico rellenar cuantos más datos, mejor.

Y, por supuesto, actualizarlo puntualmente, para poder ofrecer una información detallada y actualizada de lo que estemos haciendo.

Realmente, esto es un ejercicio de costumbres y de constancia.

Un proceso complejo pero necesario

Quizás la parte más compleja o complicada sea la correspondiente a cumplimentar lo que se denomina Extracto, que no es otra cosa más que relatar cuáles son nuestros intereses profesionales, y hacer una criba de nuestras capacitaciones profesionales.

Contamos con un apartado para poder dar cuenta de los idiomas que hablamos y que dominamos.

Existe otro en el que hemos de detallar con mayor o menos profusión, nuestra educación recibida.

Es interesante en este sentido, hablar de determinados módulos o asignaturas en las que hayamos destacado, e incluso es el lugar en el que dar detalles de posibles trabajos de investigación realizados durante la impartición de dicha formación.

Realmente es una herramienta muy útil desde este punto de vista.

Finalmente, podemos incluir otros datos como formas alternativas de contacto mediante sistemas de mensajería electrónica, Twitter u otras redes sociales.

Accesorios necesarios

Por último por hoy, para terminar con esta primera aproximación a LinkedIn, tenemos la posibilidad de incluir enlaces externos a sitios webs de terceros en donde hayamos subido algún tipo de documento o publicación que aportar peso académico a nuestro currículo.

Obviamente, hasta aquí, nada parece ser extraordinario.

Parece ser un mero repositorio de currículos, como otro cualquiera, eso sí, configurable para que pueda ofrecer la información en varios idiomas (cosa que tampoco es exclusiva del sitio).

Entonces, ¿qué tiene de extraordinario?

Realmente, si nos paremos a pensar, un currículo es algo aletargado.

Dormido…

Quiero decir que, hasta que no cambiamos de trabajo, o hasta que no necesitamos buscar uno nuevo, realmente tanto éste en Internet, como cualquiera que tengamos en un disco duro o en formato papel, están a la espera de ser actualizados con datos nuevos.

Datos que aparecerán cuando se produzca ese cambio.

LinkedIn permite la implementación de una serie de apps que facilitarán que nuestra información esté siempre al día.

Por ejemplo, si contamos con una cuenta de Twitter, podemos agregar al perfil nuestro time line y con ello, quienes accedan a él, podrán conocer en vivo y en directo nuestra actividad en esa otra red social.

A partir de aquí, lo ideal es que empezamos a navegar un poco entre los diferentes usuarios del sitio web.

Quizás que busquemos contactos utilizando nuestras cuentas de correo (el sistema realiza una búsqueda de los contactos que tenemos en nuestras libretas de direcciones y nos indica si tenemos o no conocidos ya disponibles con perfiles públicos).

Quizás sea bueno que lo hagamos buscando a través de las cualificaciones profesionales que más nos interesen.

Quizás, buscando cualquier cosa que pueda atraer nuestra atención en estos momentos.

Por el momento lo dejamos aquí.

Os animo a abriros una cuenta y a ir aprovechando estos dos días hasta la siguiente entrega, para rellenar concienzudamente un perfil profesional como el que os merecéis.

Contando lo que sois, y lo bien que desempeñáis vuestros trabajos.

Os recomiendo de nuevo que repaséis el artículo en el que hablaba de aprovechar las ventajas de los verbos de la Taxonomía de Bloom aplicada a nuestro currículo.

La idea es que vayamos allanando el camino de cara a la próxima entrega.

Donde ya os comentaré qué otras cualidades tiene este portal y de qué forma aprovecharlas, para poder sacarle el máximo rendimiento a vuestra búsqueda de empleo a través de Infoempleo.com.

Tened en cuenta que siempre es posible contar con más ayuda si se utilizan todas las herramientas disponibles para encontrar empleo, que realmente es lo que centra una parte muy importante de nuestras vidas en estos momentos.

Ánimo y suerte.

@AntonioVChanal
Coacher y Asesor