Ahora que se acerca la época navideña, muchas empresas llevan a cabo distintos tipos de iniciativas como, por ejemplo, hacer el amigo invisible en la oficina, lo cual puede ser una buena forma de crear vínculos entre los distintos empleados, así como de relajar las tensiones del trabajo acumuladas a lo largo del año. A continuación, te contamos cuáles son los beneficios de llevar a cabo esta práctica en la empresa.
Amigo invisible en la oficina: ¿cómo hacerlo?
El amigo invisible es una práctica habitual en estas fechas festivas, si bien la gente suele organizarlo en familia o con personas muy allegadas. No obstante, también puede llevarse a cabo en la oficina con independencia del tamaño de la empresa. Como miembro del departamento de Recursos Humanos, puedes proponerlo tú, ya que se trata de algo que puede ayudar a establecer vínculos y a reforzar los equipos de trabajo. De hecho, puede considerarse un ejercicio de teambuilding.
Para poner en marcha el amigo invisible en la oficina, lo primero que tienes que tener en cuenta es la cantidad de personas de la plantilla. Así, si la compañía es muy grande, lo mejor es establecer una división en función de departamentos o equipos. Una vez hecho esto, toca repartir los nombres. Para ello, puedes recurrir a aplicaciones o herramientas gratuitas en Internet.
Un aspecto especialmente importante es el de fijar un presupuesto, ya que así te asegurarás de que todos los empleados invierten la misma cantidad de dinero. En este sentido, lo más recomendable es sugerir unos cinco euros, ya que lo que se pretende es que se compre un detallito. Al fin y al cabo, se trata de que muestren interés por un compañero y se esfuercen por conocerlo un poco mejor.
En lo que respecta al intercambio de regalos, lo mejor es que sea el día de la cena de Navidad, ya que, de esta forma, el ambiente festivo está garantizado.
Las ventajas de hacer el amigo invisible en la oficina
Organizar el amigo invisible en la oficina tiene una serie de ventajas para los empleados y la empresa que son las que siguen:
– Crear vínculos. Como cualquier actividad de estas características, permite que se produzca un acercamiento entre los empleados, lo cual es esencial para generar un ambiente de trabajo más distendido en el que reine el compañerismo.
– Introducir a nuevos trabajadores. Estas iniciativas resultan idóneas para conseguir que los empleados más recientes se integren con el resto de sus compañeros. Ten en cuenta que, en algunas ocasiones, cuando los grupos son fijos, resulta complicado para las nuevas incorporaciones hacerse un hueco.
– Interesarse más por los compañeros. El amigo invisible obliga a los empleados a estar atentos a los gustos y a las necesidades de las personas con las que comparten oficina, lo cual es útil para generar vínculos y hacer que los equipos estén más cohesionados.
Organizar el amigo invisible en la oficina puede ser una idea excelente, ya que es una actividad que permite reforzar los equipos a la vez que genera buen ambiente y sensación de pertenencia. Ahora que se acercan las fiestas, no dudes en proponerlo.