No existe ningún argumento en contra del valor que aportan las personas de mayor edad no solo en la sociedad, sino también en las empresas. Pero a día de hoy, las políticas age-friendly en el trabajo son todavía escasas, y pocas organizaciones apuestan decididamente por la inclusión intergeneracional. En este artículo hablamos de actuaciones que evitan la discriminación por edad y apuestan por la retención de talento senior y el bienestar laboral.
Ejemplos de políticas age-friendly en el trabajo
La población activa mayor de 45 años se ha incrementado en más de un millón de personas en solo cinco años, lo que está produciendo un claro envejecimiento del mercado laboral. A esto debemos unir el incremento de la edad de jubilación, que ha ido creciendo en los últimos años.
Esta situación hace necesario que las empresas, apoyadas por las instituciones públicas, deban poner el foco en políticas y estrategias destinadas a facilitar la incorporación o la permanencia en las organizaciones de estos trabajadores sénior.
Algunas de las más extendidas son las siguientes:
- Formación continua: a través de itinerarios y cursos para que puedan mejorar su cualificación con procesos de mentoría inversa en nuevas tecnologías, o bien en el desarrollo de habilidades de liderazgo que les permita compartir su extensa experiencia y así seguir creciendo en la empresa.
- Flexibilidad laboral: apoyada en modificación de horarios o la posibilidad de acogerse a situaciones de jubilación flexible que les permita compaginar el trabajo con otros aspectos de su vida
- Cultura organizacional sin sesgos de edad: una medida muy importante a implantar desde el área de RRHH. Potenciar equipos intergeneracionales y promover la diversidad de edad en todas las esferas de la empresa.
- Promoción de la salud: implantando medidas de adaptación de puestos de trabajo o de elementos básicos de ergonomía para seniors, para facilitar una mejor calidad de vida laboral de las personas en estas franjas de edad.
Beneficios de contratar y mantener personal senior en la empresa
Más allá de los beneficios que mantenerse activo tiene para la salud física y psicológica de una persona, las ventajas para las empresas también son numerosas.
Entre las más evidentes, podríamos destacar las siguientes:
- Amplio bagaje de conocimientos y de experiencia laboral: que pueden aportar a los trabajadores más jóvenes y a los proyectos de mayor envergadura e importancia en la estrategia de la compañía.
- Actitudes propias: el compromiso, la fidelidad, la disciplina, compañerismo, o la capacidad de adaptación son habilidades muy valorables en cualquier empresa. Además, la amplia experiencia con la que cuentan este tipo de trabajadores les permite interactuar con todo tipo de perfiles profesionales.
- Bonificaciones económicas: las empresas, además, pueden acceder a determinadas exenciones o rebajas fiscales a la hora de realizar una contratación con personal sénior.
Es evidente que, aunque puedan existir dudas y dificultades a la hora de establecer políticas de contratación o de mantenimiento de este tipo de perfiles profesionales, las ventajas y beneficios que los profesionales senior aportan a la empresa son enormes. Y no solo a nivel económico, sino sobre todo en lo relacionado con el clima organizacional o el desarrollo y la formación interna.