¿Buscas transformar un ambiente tóxico en uno colaborativo? El primer paso ya lo has dado en cuanto que has detectado este mal ambiente laboral y estás en el proceso de diagnóstico. Este incluye la búsqueda de prácticas y políticas saludables que contribuyan a este cambio. Entre ellas, cabe destacar la mejora de la comunicación, la apuesta por un liderazgo servicial o la promoción de equipos diversos e inclusivos.
Transformar un ambiente tóxico es posible
Transformar un ambiente tóxico pasa por dar el primer paso de la aceptación. Como en todo proceso de cambio, la condición necesaria para eliminar el mal clima laboral y convertirlo en un grupo colaborativo y productivo es el diagnóstico.
Los liderazgos tienen que estar alerta para corregir conductas que impidan el progreso y el crecimiento de la empresa. Porque ¿qué consecuencias tiene este mal clima laboral? Contar con personas tóxicas en el equipo o trabajar en una empresa tóxica impacta negativamente en el bienestar. Por tanto, los trabajadores no serán felices y aumentará el índice de rotación, además del de absentismo. Y, por tanto, impactará negativamente en la productividad y el desempeño.
5 políticas y prácticas saludables que se pueden implantar
Si contrapones la idea de tóxico a la de saludable, de manera ágil vas a encontrar las políticas y prácticas que prevengan ese mal ambiente. O que lo contrarresten si has llegado a un contexto así y puedes liderar esa transformación. Desde recursos humanos son muchas las acciones que puedes promover pero cabe destacar estas cinco:
- Comunicación eficaz. Escucha las necesidades de tu equipo en cada momento sin priorizar de manera injustificada. Facilita la conciliación y asegúrate de que todos los miembros están informados de estas políticas en tiempo real.
- Liderazgo servicial que promueva la colaboración tanto entre compañeros como desde la dirección. El objetivo de los responsables es contribuir a la consecución de objetivos desde la coordinación y el apoyo. Vigilar y castigar son las bases de un sistema totalitario pero también de una empresa tóxica con una estrategia fallida.
- Diversidad, igualdad e inclusión. Las diferencias entre los trabajadores, lejos de ser una fuente de conflicto, es garantía de un ambiente creativo, respetuoso y saludable. La falta de diversidad puede limitar la capacidad de la organización para innovar y adaptarse a los nuevos rumbos del mercado.
- Participación y transparencia. Los colaboradores tienen que sentirse valorados y notar la confianza de la empresa para la que trabajan. La mejor manera de lograr la implicación de empleados motivados y promoviendo la participación tanto en los procesos como en al toma de decisiones. Para ello, es fundamental que la accesibilidad a la información sea eficaz y permanente.
- Planes de carrera. Para retener el talento, no solo cualificado por sus habilidades técnicas, sino por sus soft skills, debes facilitar su crecimiento. Los perfiles que más contribuyen a la cohesión del grupo y a la creatividad, necesitan satisfacer también sus aspiraciones individuales. Puedes promocionarlos o compensarlos con retribuciones en especie.