Juan Antonio Pedreño, presidente de COCETA.
La Declaración de Naciones Unidas del 2012 como Año Internacional de las Cooperativas supone el mayor respaldo institucional existente hasta el presente para las Cooperativas, fórmula empresarial innovadora y generadora de empleo. Además, el lema «las cooperativas ayudan a construir un mundo mejor» implica más que un reclamo publicitario, define una realidad, patente día a día a través de los más de 1.000 millones de socios y 100 millones de empleos que, como ha señalado la ONU, han ayudado ya a mejorar el nivel de vida de más de la mitad de la población mundial.
Las Cooperativas de Trabajo afrontan importantes retos de futuro, en el corto y medio plazo, sobre todo en estos momentos difíciles. Uno de ellos es demostrar que se posee potencial económico al tiempo que se asumen fuertes compromisos que generan un importante valor añadido: fundamentalmente, la creación de puestos de trabajo, de mayor estabilidad y calidad que otras fórmulas empresariales; mayor flexibilidad interna para el mantenimiento de los empleos; la solidaridad y la vinculación con el entorno, el fomento del desarrollo local y su no deslocalización.
Son empresas que no buscan la maximización del beneficio en el menor tiempo posible, sino durante toda la vida. Aportan una manera de gestión social y empresarial, que sitúa a la persona en el centro, como referencia; empresas, en definitiva, que se enmarcan en unos principios, en unos valores éticos.
Es esta creación y mantenimiento del empleo la que nos lleva a querer difundir esta forma de emprender aún más entre colectivos como los jóvenes, llegando a las personas que buscan su primer empleo o a quienes precisan reingresar en las estadísticas de ocupados. En definitiva, ser conocidos por quienes desean comenzar una vida laboral, para que sepan lo que es emprender en cooperativas y lo valoren como la mejor opción de su inmediato futuro.
La realidad estadística nos da la razón: la pérdida de menos empleos y empresas que en el resto de las PYMES, flexibilizando las relaciones económicas y laborales, especialmente en momentos como el actual, lo que indica que esta fórmula emprendedora es una de las vías de actuación a dinamizar.
Tenemos muchos retos y una buena parte de ellos se concentran en la mejora de la representación institucional y en el incremento de la visibilidad para que la sociedad conozca a las cooperativas de trabajo, formadas por personas emprendedoras, y, así, trasladar la fuerza de sus principios y valores a las mujeres y hombres que precisan confianza en tener un empleo.