En tu plantilla, quizás te hayas cruzado alguna vez con algún colaborador que, pese a ser un auténtico portento, no parece creer nunca del todo las felicitaciones que le llegan por su trabajo. Desde fuera, tal vez pueda parecer que es modesto o inseguro. Sin embargo, puede que esté padeciendo el síndrome del impostor. Para que puedas ayudarle a entender su auténtico talento, te presentamos las 5 claves para combatir el síndrome del impostor en la empresa.
¿Qué es el síndrome del impostor?
Este cuadro psicológico es caracterizado por la imposibilidad que la persona afectada, normalmente considerada “exitosa” por su círculo, presenta a la hora de reconocer o asimilar sus propios logros.
Tal y como comentábamos, desde fuera puede parecer que nos enfrentamos a una persona insegura o con problemas de autoestima. Sin embargo, el síndrome del impostor está más ligado al perfeccionismo y la autoexigencia que a la inseguridad.
Detectar este síndrome puede ser todo un desafío, puesto que la persona afectada raramente comparte su concepción de ser un “fraude” con su entorno. Este síndrome se categoriza en cinco arquetipos generales de personas afectadas, y, de ser detectado a tiempo, puede evitar grandes contratiempos derivados como el estrés laboral y el burnout.
¿Cómo se puede combatir el síndrome del impostor desde Recursos Humanos?
1.- Cuidar la salud mental
Mediante el seguimiento del equipo y la formación en salud mental y patologías asociadas al entorno laboral se puede realizar un control que permita identificar trastornos laborales en fases tempranas. De esta manera se podrán detectar y combatir desde el inicio, promoviendo la importancia de la salud mental en la empresa.
2.- Establecer directrices y objetivos claros
Si lo que se espera de cada empleado no se expresa de forma clara, puede llegar a potenciar este síndrome, alimentando la parte más exigente y perfeccionista del afectado. Estableciendo objetivos claros no solo se potencia la motivación en el equipo, sino que también se da una prueba clara de que los empleados están logrando alcanzar sus metas.
3.- Dar feedback continuado
Si en el ambiente laboral se fomenta continuamente la retroalimentación, los colaboradores podrán intercambiar opiniones, estableciendo un ambiente constructivo y positivo que alimente la colaboración y el compañerismo.
4.- Fomentar la inclusión y la igualdad
Dado que este síndrome se fundamentó en una investigación aplicada a mujeres, no es de extrañar que sean las más afectadas por este cuadro psicológico. Muchos de los afectados pueden llegar a percibir que jamás alcanzarán el éxito laboral a causa de su género, raza o condición. Es por ello que los programas de diversidad e inclusión son imprescindibles en las empresas.
5.- Vigilar el entorno laboral
Aunque las creencias de las personas sean difíciles de detectar desde el exterior, más aún si nos encontramos en el entorno laboral, es importante que trates de conocer a tu equipo. Sus inquietudes, sus metas y su personalidad te ayudarán a comprender qué esperan de sí mismos y de su trabajo.
Si detectas que puede haber alguna alteración en el trabajador, es importante que trates de mantener un diálogo abierto con la persona afectada. Fomentando un entorno comunicativo y abierto a mejora, podrás no solo ayudarle, sino evitarle problemas futuros y derivados de este u otros síndromes laborales.