Desde que Kennedy lo utilizó en sus discursos, la creencia general asocia la palabra china “wei-chi” con una versión optimista de las crisis. Según este pensamiento, los cambios inesperados que generan una situación crítica son una oportunidad para mejorar o crecer. Para muchas empresas, la pandemia ha supuesto una crisis insalvable en su trayectoria. Pero para otras, la crisis ha generado una oportunidad de cambio que ha impulsado su negocio, a menudo vinculada a la transformación digital.

Wei-chi: una crisis implica un cambio

En realidad, el término wei-chi no significa en sus caracteres chinos una oportunidad de mejora en sentido estricto. Esta interpretación que ha hecho la cultura occidental recoge solo uno de los aspectos, el relativo a su acepción como “ocasión pertinente” o “punto crucial”. Pero de hecho, una vez que pasa el desconcierto ante una realidad que interrumpe los procesos, cambia las rutinas, las expectativas y los proyectos, como ha sido la pandemia, este contexto propicia una oportunidad de mejora y cambio.

Durante algunos momentos de la crisis sanitaria, los mensajes tomaron la dirección hacia recuperar un ritmo más lento de vida, apostar por energías renovables e incluso repartir las jornadas laborales reduciéndolas para contrarrestar el paro. Y efectivamente en cuanto a la gestión de personas, los departamentos de recursos humanos han visto impulsadas sus propuestas de poner la experiencia del empleado en el centro de la estrategia.

Wei-chi o cómo ver en la crisis un cambio

Crecer también es cambiar

En el mercado laboral, el crecimiento es fundamental para la supervivencia de una empresa. Implica la atracción y retención de talento, adquirir nuevos clientes y financiación. Habitualmente, se asocia este crecimiento con unas fases que organizan y diluyen la sensación de cambio. Una interrupción brusca de los procesos se parece más a una crisis que a una oportunidad, por tanto, una de las diferencias principales es la velocidad con que se genera la transformación y la interpretación que de ella se haga.

Una empresa puede crecer de manera orgánica, es decir, mediante la combinación de estrategias que construyan una compañía más grande. O bien de manera externa, mediante fusiones o adquisiciones. Ambas opciones están vinculadas a un liderazgo transformacional y suponen un momento crítico para la plantilla. Leer este cambio como una oportunidad de mejora permite que la evolución se adecúe a las necesidades estructurales de la organización. Entre los desafíos que experimenta una empresa en crecimiento y cómo superarlos, destacan estos cuatro:

  • Los empleados más antiguos pueden mostrar descontento con preguntas como: ¿Por qué tienen que cambiar las cosas? Para evitarlo, identifica lo que es importante para la cultura del equipo y mantén la transparencia en la comunicación.
  • Necesidad de herramientas nuevas que se adapten con nuevas funcionalidades. Principalmente, la organización debe atender al CRM junto con otras herramientas importantes y audita lo que debe cambiarse o agregarse.
  • Al aumentar el volumen rápido, puede que hayas contratado de manera acelerada y sea el momento de tomar decisiones. No lo demores y comunícalo con transparencia.
  • Demasiado tiempo dedicado a la coordinación y no al trabajo efectivo. Para evitarlo, procura contratar gradualmente. Identifica las ineficiencias para cambiar lo que te haga perder el tiempo.