La conciliación de la vida laboral y familiar ha puesto sobre la mesa la necesidad de diseñar nuevas medidas que, con flexibilidad y con urgencia, permitan compatibilizar las especiales necesidades de atención que presentan las personas más vulnerables del hogar, y la necesidad de trabajar de aquellas personas que, en cada casa, tienen la responsabilidad de atender a los primeros.

Si bien esta situación ha sido una constante desde el comienzo de la pandemia actual, el debate se ha intensificado con un evento que, aunque protagonista todos los años por estas fechas, este año ha adquirido especial protagonismo: la vuelta al cole.

Este año, la reapertura de las aulas -cerradas desde marzo- está presentando más quebraderos de cabeza que ningún otro año para los padres, debido a que un caso positivo por COVID en el aula obliga a confinar a todos los menores que acudan a la misma. Esto pone a los padres entre la espada y la pared a la hora de tener que dispensar la atención necesaria a los hijos menores, cuando a la vez tienen que atender sus obligaciones profesionales, que han de ser adaptadas a esa situación transitoria. 

Plan Mecuida, y medidas de flexibilidad

Desde que el Gobierno decretó el Estado de Alarma, todos los centros educativos del país quedaron clausurados, lo que inmediatamente evidenció la necesidad de adoptar mecanismos de flexibilidad que permitieran compatibilizar la atención de familiares en el domicilio y el trabajo de cada persona. 

Así, ya con el Real Decreto Ley 8/2020 entraron en vigor las primeras medidas de flexibilidad, tales como la preferencia del teletrabajo, o la posibilidad de adaptar el horario de trabajo, o reducir la jornada hasta en un 100%, con la consiguiente reducción salarial. 

Incluso, la citada norma permitía que los trabajadores que ya disponían de adaptaciones y reducciones de jornada para la atención de familiares pudieran modificar temporalmente aquellos, para adaptar así la situación laboral a las nuevas necesidades de atención que devenían imperativas como consecuencia de la vigencia del Estado de Alarma. 

Duración inicial y posterior prórroga de las nuevas medidas de conciliación 

Aunque, inicialmente, la duración de las nuevas medidas y sistemas de flexibilización del régimen de trabajo para hacer viable la conciliación de la vida laboral y familiar en el nuevo escenario socioeconómico se había previsto mientras estuviera vigente el Estado de Alarma, la vigencia de tales medidas se prorrogó, inicialmente por un mes, conforme determinaba el RDL 11/2020, para ser prorrogados nuevamente por sucesivas normas hasta la actualidad. 

Sin embargo, con la vuelta al cole, parece que las medidas contempladas en esta normativa nacida de las nuevas necesidades de conciliación creadas por la aparición de la pandemia han quedado obsoletas, por lo que los distintos agentes sociales vienen reclamando medidas urgentes que respondan a las necesidades reales de conciliación de los trabajadores. 

Nuevas necesidades requieren de nuevas medidas

En la línea de lo expuesto, la vuelta al cole por primera vez desde la afirmación formal de la existencia de la pandemia, ha impulsado la labor normativa, con finalidad de ofrecer herramientas que permitan una conciliación entre la atención de las necesidades familiares y el trabajo.

Así, recientemente se ha publicado el primer texto normativo que regula de forma específica el régimen del teletrabajo, del que hasta ahora sólo existían escasas referencias normativas. Aún así, la normativa puede resumirse en una remisión al acuerdo entre las partes que, al menos por el momento, no parece ofrecer una respuesta clara a las necesidades de conciliación contemporáneas. 

Por otro lado, y como mecanismo específico, y aplicable durante la vigencia de la actual situación sociolaboral, comienza a perfilarse como real la posibilidad de que se reconozcan bajas laborales a los padres de aquellos menores que, por indicación de autoridades sanitarias sean confinados, incluso cuando estos no hayan dado resultado positivo en las pruebas de detección del virus. 

Conciliación y mercado de trabajo

Lo cierto es que la evolución del mercado de trabajo, y de las distintas profesiones que lo integran, ya venía evidenciando la necesidad de nuevas regulaciones, como la del teletrabajo, que dieran respuesta a las incógnitas que las relaciones laborales modernas venían a presentarnos. 

Sin embargo, la aparición de la actual crisis sanitaria ha exigido la creación de nuevas herramientas, urgentes y excepcionales, que den respuesta específica a tan imprevisible situación. Respuestas que por el momento no parecen satisfacer a todos los actores implicados en el mercado de trabajo. Aunque se anuncian constantemente avances sobre la cuestión, cuya veracidad está todavía por ver.