Todo el mundo sabe que un buen clima laboral es clave de éxito. Y este empieza con la entrevista de trabajo. Pero quienes entrevistan comienzan su tarea mucho antes de hablar por primera vez con la persona a la que van a entrevistar. Es un proceso de selección en el que cada detalle aporta información significativa. Te hablamos de las ventajas de generar un clima de confianza en la entrevista, pues puede ahorrarte mucho tiempo si logras construirlo de la manera más eficaz.

Con buen clima me siento como en casa

Disponemos del tiempo justo para elegir a la persona adecuada para nuestra empresa. Así que es preferible garantizar las condiciones para que la información compartida sea veraz y consecuente, tanto por parte de quien aspira al empleo como por quien entrevista. De esta manera, te encontrarás ante una persona abierta, en la que fluyen los pensamientos y que responde relajada en el momento de las preguntas. Un básico es ser transparente con el salario y lo que se espera del perfil entrevistado, así como establecer el tiempo que va a durar el encuentro. Es tu responsabilidad como persona entrevistadora el crear un ambiente de aceptación recíproca: mirar a los ojos y sonreír nunca está de más.

El paso previo a ofrecer sin tapujos las condiciones es habilitar el espacio físico, pero también el psicológico. Así, desaparecen emociones que dificulten esta primera interacción en directo. Dos ideas que te ayudarán a tranquilizar a la persona candidata son estar a la misma altura que ella y sin interponer obstáculos (como una mesa) entre vosotros, así como evitar ciertas preguntas. Todo ello ayudará a que se sienta parte de la empresa en la que va a trabajar y esto redundará a su vez en la producción. Probablemente muestre mayor predisposición a ser flexible con los horarios y las necesidades del servicio, por ejemplo, gracias a que su punto de partida ha sido la implicación emocional con los objetivos de quien contrata.

Cómo generar buen ambiente en la entrevista

Estar alineados en la consecución de objetivos

La confianza mutua que se ha generado durante la entrevista garantiza mayor ROI ya desde el primer momento. Es decir, el beneficio de lograr esta sinergia se puede cuantificar en datos desde ese primer encuentro y tiene un coste realmente bajo porque el único gasto que te supone es mejorar tu actitud ante quien tienes enfrente. Son cimientos sobre los que construir la relación laboral, pues te permitirá analizar si el perfil contratado se va a sentir a gusto. Verás si está en disposición de aportar más, de mejor calidad y durante más tiempo a la consecución de los objetivos de la empresa.

Una de las ventajas que merece la pena señalar en este sentido es la de que, con esta práctica, se optimizan los recursos, así como la inversión de tiempo y dinero. Aunque lanzar periódicamente procesos de reclutamiento beneficia la excelencia de la plantilla, nadie quiere reducir sus horas de productividad en una búsqueda recurrente de perfiles inadecuados.

Así concluimos las 5 etapas necesarias para un proceso de selección exitoso son las siguientes: preparación de la entrevista, creación de ambiente, desarrollo, despedida y evaluación. La consecuencia directa de haber obtenido información veraz en una entrevista desarrollada en este buen clima será la de despejar las dudas en los indicadores de evaluación acordes con los fines y valores de la empresa y así elegir el mejor perfil.