«Gana uno, pero participamos todos, desde las personas encargadas del mantenimiento de las bicicletas, los masajistas, el médico del equipo, hasta el compañero que, en plena carrera, tiene que encargarse de subir los bidones de agua al resto del pelotón». El joven Beñat Intxausti, del equipo Movistar Team, resumía así el trabajo en equipo de su «empresa» el mismo día en el que volaban hacia Francia para participar en el Tour que termina este domingo.

Unas semanas antes, el 26 de junio, el murciano José Joaquín Rojas fue el protagonista de la consecución de un objetivo común: ganaba el Campeonato de España en Ruta por delante de Alberto Contador, y se preparaba para estar entre los primeros en el codiciado premio a la regularidad de la ronda francesa.

En otro contexto, y unos días antes, Pastor Maldonado, el piloto de Fórmula 1 que corre junto a Rubens Barrichello en la escudería Williams, comentaba en Cheste, Valencia, antes del G.P. disputado en el circuito urbano deValencia, cómo las rivalidades dentro de un equipo pueden impulsar al conjunto a conseguir un objetivo común: «Un buen líder puede manejar las rivalidades dentro de un equipo. Hasta en los ingenieros, mecánicos y técnicos puede haber rivalidad, demostrar que lo puede hacer mejor que los demás, con que, en un mundo como el nuestro, es fundamental».

Más que deporte

Este vivero de experiencias deportivas ha servido a empresas como Make a team Inmark para, desde hace muchos años, crear toda una batería de servicios de consultoría y formación profesional: la competitividad, el alto rendimiento continuo, la presión, la necesidad de comunicarse…

Juan Antonio Corbalán, socio fundador de la compañía, aplica en su trabajo la experiencia de largos años en la alta competición como base del Real Madrid y de la selección española que llegó a ganar la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Lós Angeles de 1.984: «Lo curioso del deporte es que, al ser un juego, muchos jugadores lo harían gratis. Pero es más que un juego y, desde que terminé mi carrera, he aplicado mi experiencia al ‘coaching’, primero en Price Waterhouse –con la gran ayuda de Eloísa Olmos– y, después, en Make a team Inmark desde su fundación. Entre mis principales objetivos está el de contribuir a que las empresas sean saludables y generadoras de felicidad».

Compañeros de Corbalán, como Jorge Valdano, Andoni Zubizarreta y Juanma Iturriaga llevan otras tantas «horas de vuelo» a la hora de impartir charlas y ponencias a todo tipo de auditorios empresariales.

Tenacidad y entrega

Otra prueba de que esta conexión no se forma de cara a la galería es la creación del programa «Evoluciona», presentado el pasado mes de junio por Make a team Inmark y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas Profesionales y Empresarias (FEDEPE), enmarcado dentro de las iniciativas del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y con el respaldo del Consejo Superior de Deportes. La presidenta de FEDEPE subrayó durante su intervención, que los «valores como la tenacidad, la entrega o el trabajo en equipo son compartidos por deportistas de élite y mujeres directivas y empresarias».

El programa ofrece técnicas y pautas para desarrollar el control mental en momentos de estrés, la optimización de tiempo y recursos, dosificar el rendimiento y fomentar el trabajo de equipo, todo ello con el objetivo de superar las barreras invisibles a las que se enfrentan las mujeres en el ámbito laboral.

Dentro de esta misma iniciativa, Maribel Martínez Murguía, medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona, experta en «coach» organizacional, personal y deportivo y socia deportista de Make a team Inmark dirigió el pasado 18 de julio el primer taller de «Evoluciona », en el que se abordaron cuestiones como las herramientas para la gestión de la energía y las formas de trascender como persona.

En el caso de Randstad, la compañía –que participa en el patrocinio del equipo Williams de Fórmula 1 en el que corre Pastor Maldonado– organiza cada año los Juegos de las Empresas para «trasladar los valores del deporte  a las organizaciones y fomentar los hábitos saludables en un marco de sana competencia».

Compromiso, espíritu corporativo, fomento de la comunicación entre sus empleados y la potenciación del rendimiento personal en pro del beneficio colectivo son sus objetivos, como nos confirma Ugo de Benedictis, su director de marketing: «Los deportes individuales fomentan el espíritu de sacrificio, el compromiso y las ganas de superación. Habilidades y competencias que nosotros, como expertos en recursos humanos, detectamos como imprescindibles para el desarrollo de los profesionales».

Hablar con Eusebio Unzúe, director de Movistar Team, es hacerlo con un histórico del ciclismo español, ligado a equipos de la categoría de Reynolds y Banesto, y a Miguel Induráin y sus cinco Tours de Francia. Y aunque durante la conversación ratifica los puntos en común entre deporte y empresa, nos desvela una diferencia: «En el deporte, a diferencia de una empresa, hay un plus cuando hay un triunfo al alcance de la mano: cuando encuentras esa motivación, con las mismas fuerzas, eres capaz de rendir un 20%, porque ves el objetivo próximo, o porque tienes a tu líder contigo. Coincidimos más cuando se planifican unos objetivos de temporada». Además, Unzúe comenta que en su deporte hay un grado tal de implicación que es difícil encontrarlo en una empresa cualquiera: «Se montan en un tren, donde hay un método, una forma de trabajar, una programación para llegar a objetivos. Te entregan su confianza al 120%, con lo que las posibilidades de triunfo aumentan. Y, lo más importante, todo el trabajo se basa en el sufrimiento, no ganas por una genialidad».

Por su parte, Juan Antonio Corbalán comenta al respecto que «lo importante de estas experiencias deportivas es que podemos crear unos sistemas de reflexión para estudiar cómo el esfuerzo de cada uno revierte en el colectivo, detectar los elementos de éxito para potenciarlos y, en nuestro caso, trasvasarlos al mundo de la empresa».

Y después, ¿qué? Los deportistas tienen la oportunidad de demostrar durante su carrera todo lo que son capaces de hacer… Pero cuando termina su experiencia deportiva, se encuentran con el reto de su trabajo de cara al futuro. Aquí también tienen que demostrar que han asimilado los conceptos de esfuerzo y consecución de objetivos, pero no siempre es así: a los deportistas que han conseguido reconducir su carrera por distintas vías se suman unos cuantos convertidos en «juguetes rotos». El propio Unzúe  aborda con ironía pero lucidez esta problemática: «Soy padre viejo, con niños pequeños, y no estoy para dar consejos al pelotón. Bueno… digamos que me gusta que descubran la vida a su manera, pero trato de inculcarles el valor del esfuerzo para que lo desarrollen a lo largo de su vida. Eso sí, en nuestro caso, detrás de un ciclista, la cultura del esfuerzo lleva a ser, normalmente, ahorrador, y a medir tus decisiones».

Como ejemplo, su actual pupilo, Beñat Intxausti, nos comenta sus planes de futuro: «Una vez que deje la bici, para empezar, estaré más tiempo en casa, por todo el tiempo que les deberé. No me veo dentro de algún equipo, quizá me busque algún negocio para tener algún dolor de cabeza».