¿Quién no querría seguir a alguien que le estimule, le guíe y le haga sentir bien en el trabajo? Existen una amplia variedad de modelos de liderazgo y también de tipos de líderes y conocerlos y saber cómo actúan y qué aportan a la empresa es lo que conocemos como el triángulo de oro del liderazgo. Por ello, vamos a centrarnos en las tres actitudes que definen al buen jefe de una empresa. ¡Toma nota!

¿Qué es el triángulo de oro del liderazgo?

En toda compañía que se precie, el capital humano es el alma de la empresa y los líderes internos quienes se encargan de guiar y estimular al equipo. Lograrlo no es fácil y va más allá de la imposición por orden de jerarquía. Necesitas que las personas de tu empresa den lo mejor de sí mismas y, para ello, lo más importante es tener empatía e inteligencia emocional.

qué es el triángulo de oro del liderazgo

En este sentido, el denominado triángulo de oro del liderazgo se basa en la actitud a seguir. El buen jefe es aquel capaz de conseguir los objetivos, estimular un buen ambiente en el trabajo y conseguir que todo el equipo trabaje feliz.

Vértices del triángulo de oro del liderazgo

Para conseguir ser un buen jefe y el alma de tu equipo necesitas conocer los vértices que articulan el triángulo de oro del liderazgo:

  • Guiar y establecer metas

Un buen líder tiene que saber definir bien el foco. No solo ha de establecer objetivos, sino que también ha de ser capaz de transmitirles a los miembros del equipo lo que se espera de ellos. Da igual que el trabajo sea más o menos rutinario, lo importante es conseguir una buena perspectiva y sentir que se forma parte de algo importante. Conseguir que todo el mundo sepa hacia dónde va, compartir expectativas y darle sentido a lo que se hace son auténticos motores de motivación, compromiso e implicación. Trabajar se convierte en algo apasionante.

  • Desarrollar las capacidades de los demás

Descubrir el talento que existe en cada uno de los miembros y ayudarlos a desarrollarlo no solo es gratificante, sino que es necesario para la organización. Como buen líder, tienes que conocer las fortalezas de tu equipo no solo por lo que ahora hacen bien, sino por lo que podrán hacer en un futuro. Para eso, es importante que desarrolles una actitud observadora, reconozcas sus logros, les animes a conseguir retos alcanzables, hables con tus colaboradores y hagas que se sientan importantes. Desarrolla una buena inteligencia emocional que te ayude a conocer a las personas, al tiempo que te des a conocer a ti.

  • Ser un ejemplo

No hay nada que produzca más desconfianza que la hipocresía y la manipulación. Un líder tiene valores y se convierte no solo en el guía, sino en la referencia y en el ejemplo para los demás. Y lo consigue no solo por el cargo que tiene, sino porque es una persona inspiradora de verdad. Es capaz de influir despertando emociones positivas y disfruta de lo que hace.

Ahora ya conoces cómo es el triángulo de oro del liderazgo. El secreto está en tu actitud como líder, en que seas capaz de guiar, reconocer e inspirar. Y recuerda que se trata de habilidades en las que puedes trabajar para desarrollarlas y potenciarlas.