Una de las formas clásicas de aprendizaje en las escuelas de negocios es mediante los estudios de caso. Son ejemplos extraídos de la vida real centrados en los aspectos que se quieren estudiar y analizar. Traemos tres ejemplos de líderes para quienes el bienestar de sus empleados está en el centro de su estrategia. Son los ex CEO de Microsoft, Kate Johnson, el responsable de datos de Telefónica, Chema Alonso y Dan Price, creador de Gravity Payments.

Kate Johnson, el liderazgo es un estado de ánimo

Para Kate Johnson, el liderazgo es una actitud, un estado de ánimo que se plasma día a día. Poder guiar personas en una empresa que opera a nivel global pasa por entender los diferentes marcos culturales. Esto solo se adquiere gracias a la experiencia inmersiva que aporta vivir en contextos y culturas diferentes, como da cuenta su currículum. Esta perspectiva global favorece entender la diversidad de personas y maneras de hacer negocios en entornos geográficamente y culturalmente distanciados. Ella ha basado su experiencia profesional en construir relaciones gracias a sus estancias en diferentes partes del mundo.

Para Kate Johnson, la gestión de crisis es una de las habilidades en las que un líder debe destacar. Cree fundamental lidiar las crisis con optimismo y calma. En concreto, durante el covid quiso transmitir la idea a sus empleados de que estaban todos en el mismo barco y hacerlo a través del consuelo que muchas personas necesitaron.

Oca liderando un grupo

Rompiendo el dress code con Chema Alonso

En el mundo laboral hay una serie de normas no escritas que se vienen cumpliendo con mayor o menor acierto. Una de esas normas es la etiqueta, el dress code. Los negocios, las reuniones de alto nivel requieren un estilo de vestimenta formal. Normalmente traje-chaqueta, corbata, tacones. Para Chema Alonso, responsable de ciberseguridad chief data officer (CDO) de Telefónica, la forma de vestir no es una cuestión relevante. Lo demuestra con su peculiar vestimenta. Su sempiterno gorro al más puro estilo grunge, no desmerece una actitud profesional y comprometida con la organización para una persona de su perfil. Esta postura, que propone la defensa de una identidad original y fuera de lo que se espera de un CEO, es la marca de su liderazgo. Este romper moldes priorizando un clima confortable frente al encorsetamiento de un ambiente de negocios, es esencial para el desarrollo de una profesión con altas cotas de felicidad. Y va más allá de un determinado estilo de vestir. Lo principal en un profesional es lo que sabe hacer y no el aspecto que tiene.

Líderes empresariales que se bajan el sueldo durante una crisis

Un tercer personaje dentro de los CEO que se salen de los estereotipos es Dan Price, considerado por algunos un jefe “socialista” por las políticas salariales que incorpora en su empresa.

El salario que gana un CEO es muchas veces superior al de un empleado. En ocasiones llega a ser un 320 más. Para Dan Price, una política de salarios justos en la empresa, donde él es el primero que se baja el sueldo, contribuye al compromiso de los empleados con la organización.

La clave de su éxito, como le gusta contar, fue una subida de salario a todos los empleados de la compañía Gravity Payments, negocio que lidera desde su creación en 2015, hasta los 70.000 dólares. Consiguió hacerlo bajando su sueldo de un millón y medido de dólares a los 70.000 dólares que pagaba al grueso de su plantilla. Implantar una política de salarios justos, fue el éxito de su negocio.

Durante la pandemia estuvo al borde de la quiebra, pero la iniciativa de algunos empleados proponiendo una bajada de salario, que más tarde recuperarían, permitió sortear la crisis.

Para Dan Price, “los altos ingresos mejoran el bienestar material pero no el bienestar emocional”.