Los trabajadores de primera línea son los que tienen contacto directo con clientes y usuarios. Su papel ha sido especialmente destacado en los primeros tiempos de la pandemia. Son aquellos trabajadores que “no tienen escritorio”, que desarrollan su actividad sobre el terreno y que no pueden hacerlo en remoto. Son claves para la marca y en tu mano está atraerlos y retenerlos siguiendo estos consejos.

¿Quiénes son los trabajadores de Primera Línea?

Los empleados considerados como “esenciales” durante la crisis sanitaria son los conocidos como trabajadores de primera línea. Una de las definiciones más extendida es que estas personas no tienen escritorio, sino que desarrollan su actividad en contacto directo con clientes y usuarios, en roles de tareas o servicios.

La pandemia también ha visibilizado las deficiencias de su panorama tecnológico. Estos trabajadores difícilmente tienen acceso a las herramientas digitales que les permitirían optimizar su desempeño, mejorar la comunicación interna y externa o dar salida a sus propuestas. Por ello, se abre una brecha entre los niveles de las organizaciones, que impacta negativamente en la rotación y, por tanto, en la productividad.

Seguramente estás pensando en enfermeros o personal de los supermercados, pero esta clasificación engloba a distintos sectores, desde la educación hasta el área de la fabricación. Ellos son los empleados en el terreno que dan la cara por la empresa y la representan. Para los trabajadores de primera línea, además, el trabajo en remoto suele ser imposible.

Tips para atraer y retener esta figura clave

Reforzar tu employer branding es clave en muchos sentidos, y uno de ellos es lograr atraer y, sobre todo, retener a los trabajadores de primera línea. Uno de los mitos que ya no tiene cabida en el ámbito laboral es que la rotación en este nivel es ágil y sencilla. La Gran Renuncia norteamericana ha puesto el foco en el aumento de empoderamiento de los trabajadores. Por ello, sigue estos tips para mantener cohesionado y comprometido a tu equipo:

• Velocidad y transparencia en los trámites de reclutamiento: Los trabajadores de primera línea también están en una búsqueda constante de mejores condiciones de trabajo. Esto puede hacer que, si no eres ágil, cuando vayas a contratarlos ya hayan encontrado una oferta que se adecúe mejor a sus demandas.
• Flexibilidad: este es uno de los rasgos que más valoran las nuevas generaciones. Las facilidades para conciliar permiten contar con personal motivado y satisfecho.
• Comunicación clara y eficaz: evita el desgaste que supone no ser reconocido ni encontrar interlocutor en la pirámide organizacional. Diseña canales para que toda la plantilla pueda expresar su opinión, enviar sugerencias o colaborar en un diagnóstico concreto.
• Aprovecha las soluciones informáticas para automatizar los procesos y facilitar el desempeño de estos trabajadores.
• Apuesta por los planes de carrera para evitar los techos de cristal. Las organizaciones que cuentan con flujos de desarrollo profesional activan el buen hacer de las tareas.

Recuerda que toda la sociedad depende de estos trabajadores de primera línea, y que está en la mano de las empresas cuidarlos. Además son la imagen de la marca y sus mejores prescriptores.