¿Eres una persona perfeccionista que se auto exige cada vez más en el trabajo? ¿Sufres fatiga o estrés crónico? Si no eres capaz de llevar a cabo una desconexión emocional de tu trabajo cuando llegas a casa, quizás estés sufriendo Sisifemia: el nuevo paradigma de trastorno laboral que se apoya en el mito griego de Sísifo. En este artículo te contamos qué características presentan los profesionales que lo experimentan, y cómo combatirlo.

Sisifemia: ¿La enfermedad laboral del Siglo XXI?

Un mercado cada vez más global, exigente y cambiante. Mayores niveles de capacitación profesional y, por tanto, de competencia entre profesionales. Hábitos poco saludables y estilos de vida deshumanizados, individualistas o basados en el consumismo masivo y la inmediatez. El deterioro de la calidad de vida y aspectos como la precariedad laboral. Todos son elementos que pueden estar detrás de la sisifemia, la que puede convertirse en la enfermedad común del trabajador moderno.

Pero, ¿Cuáles son los síntomas de este nuevo trastorno? Algunos de los principales serían los siguientes:

  • Imposibilidad para la desconexión del trabajo: es uno de los principales síntomas. La persona es incapaz de desconectar. Sufre, por el contrario, de hiperconectividad y llega un momento en el que su vida privada y su vida profesional están totalmente mezcladas.
  • Cansancio físico y mental: esta constante auto exigencia laboral provoca en la persona un debilitamiento paulatino a todos los niveles.
  • Ansiedad, fallos de memoria y embotamiento: igualmente, la persona comienza estar ansiosa, a perder agilidad, a olvidar tareas o acontecimientos esenciales y no consigue mantener un flujo mental que le permita una relación social adecuada.
  • Trastornos del sueño: esta obsesión permanente por el trabajo suele estar detrás de episodios continuados de insomnio, y de otros problemas relacionados con el descanso.

Además, la persona, intentando paliar o solventar alguno de estos síntomas puede caer en el abuso de ciertos fármacos o de otras sustancias químicas. De hecho, en muchas ocasiones estos consumos se utilizan para poder mantener el nivel de exigencia de forma constante.

Cómo mantener una relación sana con el trabajo

Cuando hablamos de sisifemia no nos estamos refiriendo a un episodio más o menos continuado de ansiedad o de estrés laboral que puede paliarse con horarios flexibles o más teletrabajo.

Y, aunque tienen mucha relación, es un cuadro más complejo que el llamado síndrome del burnout, pues afecta a dimensiones de la vida de una persona no específicamente laborales, aunque su origen esté en el trabajo.

En realidad, todos los agentes implicados en el ámbito laboral pueden contribuir a que estas situaciones desaparezcan. Las empresas, por un lado, pueden poner en marcha políticas de recursos humanos específicas, así como estrategias económicas o de producción que cuiden de la salud y contribuyen a mejorar los procesos de trabajo en sus centros. Invertir en capital humano es, sin duda, el camino para el desarrollo y el crecimiento empresarial.

A su vez, un trabajador necesita desarrollar ciertas habilidades que le ayudarán a integrar el trabajo en su vida diaria, y evitar el desarrollo de estas patologías. La planificación o la gestión del tiempo y del estrés, así como la inteligencia emocional son habilidades y capacidades esenciales para nuestra salud mental.

Por supuesto, aumentar las experiencias de ocio y tiempo libre, así como reforzar hábitos de vida saludable relacionados con el descanso o la alimentación, contribuirán a evitar estas situaciones tan peligrosas.