Una carrera plagada de elogios y triunfos puede llegar a percibirse como un fraude cuando las personas dudan de sí mismas y se plantean si realmente se merecen el éxito cosechado. Si alguno de tus empleados manifiesta este tipo de sentimientos puede que estés ante un caso de síndrome del impostor.


Este trastorno puede definirse como una acusada sensación de malestar emocional que se genera cuando alguien piensa que no se merece la posición laboral, social o académica que ocupa. De este modo, una de las características principales de este síndrome es que las personas que lo padecen piensan que si han llegado tan lejos ha sido únicamente por una cuestión de suerte. Además, suelen tener la certeza de que están engañando a los demás, pues creen que a su alrededor la gente piensa que son más capaces e inteligentes de lo que verdaderamente son.


Cabe destacar que este problema es más común de lo que puede parecer y que incluso importantes y talentosas personas públicas como Kate Winslet o Emma Watson reconocen haber pasado por esta situación tan peculiar.

 

Síndrome del impostor: detectarlo y combatirlo

 ¿Cómo se pueden identificar los síntomas del síndrome del impostor?


Este trastorno suele manifestarse, sobre todo, en profesionales exitosos y está íntimamente relacionado con la baja autoestima. Sus síntomas más característicos son:

  • La persona cree que los logros que ha alcanzado son inmerecidos: considera que el azar, la suerte o la ayuda de otras personas han sido los factores clave que han decantado la balanza hacia un éxito que no le corresponde.
  • Gran desconfianza hacia las propias habilidades y competencias.
  • Miedo intenso a ser “descubierto” por los demás.
  • Inseguridad que se extiende más allá del ámbito puramente laboral, lo que llega a afectar a las relaciones sociales.
  • Expectativa permanente de fracaso frente a todas aquellas situaciones similares a las ya superadas con éxito.
  • Desmotivación laboral temporal.
  • Emociones negativas (desesperanza, ansiedad, tristeza) sin que exista una causa aparente para sufrirlas.

¿Por qué es tan importante detectar y combatir el síndrome del impostor?

 

La mente puede jugar malas pasadas a tus empleados. En este caso, puede hacer que piensen que su éxito profesional está completamente injustificado. Como miembro de Recursos Humanos, es importante que detectes este tipo de casos, ya que las personas que lo padecen sufren una crisis de confianza que puede afectar a su rendimiento y su motivación, lo que repercute de forma negativa en la empresa.

Desde luego, no te interesa que ningún miembro de tu plantilla sienta que no se merece lo que tiene y se obsesione con la idea de fallar o de que se descubra “su mediocridad”. Por eso, si detectas algún caso de síndrome del impostor en tu equipo, debes hacer todo lo posible por reforzar su autoestima y hacerle ver, mediante feedbacks positivos, que todo lo que ha conseguido ha sido gracias a su valía.

El síndrome del impostor es una dolencia que debes conocer bien para poder estar alerta y ayudar a tus empleados. Recuerda que su bienestar repercute de forma directa en el clima laboral y que, al fin y al cabo, tus trabajadores son clave en el éxito empresarial.