La eficacia en la gestión de información ya es terreno de las máquinas, pero las emociones todavía no. Además de destrezas, conocimientos, experiencia y sentido común, los humanos somos un crisol de emociones que nos impulsan a veces y otras interfieren en las tareas que se realizan. Saber poner a favor las emociones de la plantilla en el día a día es uno de los principales retos de los departamentos de recursos humanos. Además del salario en dinero, también debe obtenerse un salario emocional.
¿De qué hablamos cuando decimos salario emocional?
El salario emocional es todo aquello que un trabajador recibe por parte de la empresa que no es la contrapartida monetaria acordada por la realización de su trabajo. Es lo que contribuye a que su nivel de satisfacción se mantenga o incremente o lo que ayuda a afianzar los lazos con la empresa o con el resto de la plantilla.
En ocasiones puede tener una traducción monetaria, se trata, entonces, del salario en especie. Por ejemplo, seguros de salud para la persona trabajadora y su familia, tickets restaurante, ayudas para los estudios de sus hijos, coche de empresa, disfrute de vivienda vacacionales… Los trabajadores ven en estos beneficios sociales un aporte de valor a su salario en un nivel diferente al dinerario. Contribuye al sentimiento de que la empresa vela por su bienestar.
Este tipo de servicios tendrían que ir reflejados en la nómina como retribución en especie y estarían sometidas a sus desgravaciones correspondientes.
Medidas y beneficios del salario emocional
Pero hay otra serie de contraprestaciones que no tienen traducción en dinero. Sin embargo, incrementan la productividad, ayudan a crear un buen ambiente laboral y a que la motivación esté por todo lo alto. Tienen que ver con las respuestas que, de forma invariable, aparecen en las encuestas de satisfacción laboral. Esto es un ejemplo:
La conciliación es una de las principales preocupaciones de gran parte de trabajadores. Los horarios de colegios y centros de trabajo no coinciden y los imprevistos son constates en las familias. También lo es satisfacer las necesidades personales. Aquellos que no viven en familia muchas veces ven limitadas sus opciones de mejora profesional debido a sus horarios. Tener una especial sensibilidad frente a estas circunstancias implementando un horario flexible compatible con la planificación formará parte del salario emocional.
También lo sería ofrecer la posibilidad de teletrabajar, aunque fuera parcialmente. Gracias a la incorporación de tecnología esto es posible sin hacer una gran inversión.
Una de las principales fuentes de insatisfacción en entornos laborales en los que se trabaja a turnos es tener conocimiento, con la suficiente antelación para organizarse, del horario que se tendrá que hacer en el futuro. La publicación de horarios con tiempo y contar con un protocolo ágil y eficaz para solicitud de permisos, vacaciones, etc. será moneda de cambio de felicidad en el trabajo.
Formación y capacitación incrementan la felicidad en la empresa
La incorporación de las nuevas tecnologías en las empresas ha provocado que haya un número considerable de trabajadores en peligro de caer en la brecha tecnológica. Proporcionar formación que ayude a salvarla formará parte de una estrategia de incremento de la autoestima sobre las propias capacidades en el trabajo. La formación para capacitarse en otras áreas de la empresa o avanzar en la que se viene desarrollando facilita el compromiso con el proyecto.
Confianza, autonomía y reconocimiento son fundamentales para el salario emocional. Establecer un sistema de feedback donde el empleado pueda tener una devolución sobre sus progresos o puntos de mejora a través de sesiones individuales será una buena forma de recibir información sobre en qué punto se encuentra de su desempeño. Abrir este canal de comunicación con sus responsables, regularmente, también permitirá que la información viaje en los dos sentidos. De esta forma llegarán propuestas de mejora también hacia arriba y se sentirán escuchados.
Aquellas formas de trabajo donde se favorece un buen grado de autonomía y autogestión se leen, por parte de los empleados, como confianza en su trabajo. En general, cuanto mayor es el crédito en el trabajo de un empleado, mayor es el grado de compromiso de éste. El reconocimiento es una excelente forma de incentivar que muchas veces se pasa por alto. Felicitar por el trabajo bien hecho debe ser un must para responsables y recursos humanos.