Por lo menos, a priori, no saldrá ningún demonio como en Dungeons and Dragons. Lo que sí saldrá a la luz, ese es el fin de la dinámica, serán algunos de los rasgos o características de la personalidad de quienes participan. En eso consiste la técnica de role playing, una de las más utilizadas en los procesos de selección. ¿Por qué es interesante incluirla en las entrevistas?
Role playing para vislumbrar la personalidad del aspirante
Como si estuvieran en un “escenario de campaña” del famoso juego los aspirantes que intervienen en una dinámica de role playing deben asumir un personaje y actuar a la búsqueda de un logro con las cualidades y características que se le otorga a su papel. La dinámica puede ser más o menos cerrada, según se quiera tener una idea más general o se prefiera valorar un aspecto de la personalidad concreto.
Sin duda, la preparación previa de la dinámica es fundamental para que asomen en cada participante, durante el juego, los elementos que se quieren evaluar. Un escenario poco definido con personajes cuyas características estén solamente esbozadas dará una información más abierta que, por un lado, será más difícil de juzgar, aunque, por otro, dará la oportunidad de tener una visión más global de cómo actúa esa persona en un número mayor de aspectos.
¿Qué elementos deben definirse en una dinámica de role playing?
Durante la preparación de la dinámica será fundamental establecer los objetivos que tendrá lograr cada personaje. Por ejemplo, si se trata de un proceso de selección en el que se quiere valorar el liderazgo de una persona el objetivo que se le debe plantear a los aspirantes durante el briefing será, por ejemplo, que “todo el mundo se sume a lo que yo he propuesto”. Con ese propósito fijado saldrá a relucir la capacidad de persuasión, la credibilidad que puede inspirar el candidato en el resto de las participantes, el razonamiento lógico o, incluso, la inteligencia emocional.
En ese escenario deberán introducirse obstáculos o dificultades que obliguen al candidato a ingeniárselas para conseguir su objetivo. Por ejemplo, se plantea una situación típica de rol playing en el que el postulante se presenta a un puesto de atención al cliente donde tiene que lidiar con un usuario muy enfadado. Las técnicas que utilice para que el cliente cuelgue satisfecho, o al menos, más calmado será lo valorable en su candidatura, si así se ha establecido.
El reparto de papeles también entre los empleadores
Algo que también habrá que calcular es el número de personas que participarán en la dinámica. Lo habitual es hacerlo por parejas donde uno asume un rol más proactivo y el otro actúa como antagonista, oponiéndose al objetivo. Un mayor número de participantes requerirá de un mayor número de observadores para que no se escapen los detalles.
También estarán diferenciadas las funciones de los empleadores. Habrá, al menos, una persona de “gancho” y otra observando y tomando nota. La persona que actúa como “gancho” tendrá que poner trabas y objeciones al candidato para conseguir que haga uso de los recursos de los que dispone para conseguir su objetivo (sumar adhesiones o calmar a un cliente)
Lo que va más allá de las líneas del curriculum
Durante estas dinámicas no solo afloran los rasgos de la personalidad. También los prejuicios o lo que imaginan que serán sus funciones, algo interesante para conocer el estilo de la persona que participa, cuáles son sus valores y dónde sus prioridades, al menos en el ámbito laboral. Los candidatos tendrán que componer su personaje con los que saben sobre los puestos y poner en el juego sus propios recursos y habilidades al servicio de sus propósitos.
La técnica de role playing pone en evidencia la tolerancia al estrés que tiene una persona. También si se crece ante las adversidades o se ahoga en un vaso de agua a la primera dificultad. Esto es algo que no aparece en los curriculum pero que puede vislumbrarse mediante esta técnica que deja el autocontrol un poco al descubierto.