La Responsabilidad Social Corporativa se ha convertido en una herramienta clave para captar talento. Este concepto busca que las empresas contribuyan a las mejoras sociales, económicas y ambientales incrementando su propio valor. Y en este objetivo las personas que conforman cada empresa son un factor determinante.

Con la llegada de la era digital, los departamentos de Recursos Humanos y el de RSC han comenzado a trabajar de la mano. Siguiendo esta idea hemos desgranado el valor que el equipo de RRHH puede extraer de la RSC para encontrar, seleccionar y fidelizar el talento. Estas son las tres fases de las que podremos obtener beneficios a través de la RSC.

  1. Búsquedas de calidad

La forma en la que una compañía busca personal ya dice mucho de ella. Por eso, tener una buena presencia en los portales de búsqueda nos hará destacar positivamente. Controlar y gestionar correctamente estos canales nos mostrarán como una empresa moderna, eficaz y acondicionada a los nuevos tiempos. La RSC nos llevará a realizar búsquedas optimizadas que destaquen nuestro mensaje corporativo.

  1. RSC para valorar candidatos

Los derechos humanos o la buena praxis en el trabajo son ámbitos englobados por la RSC. Por este motivo, conocer la personalidad de nuestros futuros empleados nos reportará beneficios directos. Para lograrlo podemos conocer sus perfiles sociales y echar mano así de las ventajas de la era digital. La gran mayoría de empresas ya revisan las cuentas sociales de sus candidatos. De hecho, algunas descartan opciones porque lo descubierto en las redes se alejaba por completo del perfil que buscaban. Lo que hace unos años eran buenas intenciones hoy es un gran factor estratégico.

La RSC nos habla de la capacidad para asumir de forma eficaz los cambios constantes que vivimos. En la propia entrevista podremos saber de esta capacidad. Su actividad en las redes reflejan muchos datos de su personalidad que nos permitirán intuir si comparte nuestros valores corporativos.

  1. El valor de la fidelización

Aunque esta fase ya es posterior a la de selección, puede resultarnos de mucho interés. Fidelizar a nuestros empleados y lograr que se encuentren en un ambiente idóneo puede ser la mejor selección de personal. Porque nos evitará volver a iniciar todo el proceso y podremos contar con personal de confianza y con experiencia. La RSC nos impulsa a conocer a nuestros trabajadores para adaptarnos junto a ellos. ¿La consecuencia? Más facilidad para retener el talento contratado.

Un claro ejemplo lo encontramos en Harineras Villamayor, galardonada con el premio a la Responsabilidad Social. Fueron la primera pyme aragonesa en formar parte del pacto de las Naciones Unidas por la RSC. Su director ejecutivo, Luis Villamayor, indicaba que para elegir la localización priorizaron argumentos sociales como mantener el empleo en el entorno social original. “De poco sirve garantizar beneficios si descuidas el trato a los trabajadores”. Una decisión valiente tomada antes de comenzar el proceso de selección.

Los valores sociales de una empresa se ven reflejados en su responsabilidad social corporativa. Además de permitirnos generar la imagen que queremos transmitir, nos posibilita contar con la plantilla más idónea para lograr nuestros objetivos.