Por Kevin Eyres, director general de LinkedIn en Europa

Los últimos meses han sido extremadamente difíciles para España, donde la tasa de paro es de dos dígitos. Así pues, además de alcanzar el éxito profesional en un puesto que se ocupe actualmente y que motive, conseguir un trabajo sigue siendo prioritario.

La pregunta es cómo aprovechar al máximo la oportunidad que ofrece la Red para esquivar y salir reforzado de esta situación tan compleja. Las redes profesionales (que no sociales como Facebook o Twitter) están en una posición inmejorable para poner en contacto a millones de profesionales con las mejores oportunidades laborales disponibles en todos los tipos de empresas. una ventaja que no la da el teléfono, ni las tarjetas de visita, ni ninguna otra herramienta que no sea Internet.

Estas redes cobran importancia ahora cuando los profesionales ya no piensan en desarrollar su carrera profesional en la misma empresa. El mundo está más cerca y el concepto de los límites geográficos está dejando de ser un problema a medida que los avances tecnológicos nos permiten estar cada vez más conectados.

En España están arrancando con mucha fuerza. Es cierto que va por detrás de algunos países europeos porque ha tardado más en adoptar el fenómeno de Internet y las redes sociales. No obstante, en este país hay una gran voracidad por compartir conocimientos. Los departamentos de recursos humanos de las empresas y los cazatalentos han comprendido su potencial y ahora buscan en ellas a sus candidatos potenciales.

Mucha gente a mi alrededor me pregunta por la utilidad de las redes profesionales. Yo les contesto con varios ejemplos que conozco de primera mano: personas cercanas a mí han encontrado trabajo a través de las redes profesionales. Por otro lado, cuando uno tiene una reunión con alguien que no conoce, puede buscar su perfil y en dos minutos hacerse una idea de su trayectoria profesional, la universidad en la que ha estudiado y los conocidos que tienen en común; es una forma fantástica de romper el hielo y para llevar a buen puerto una negociación.

Hay muchas otras herramientas muy útiles disponibles en estas redes. Podemos capitalizar la experiencia de los miembros de nuestro grupo, reforzar su reputación profesional, analizar ideas, crear nuevos contactos y reanudar relaciones, incluso crear opinión por medio de encuestas y debates, así como comprobar el sentimiento del mercado y conocer a la competencia.

Claro que para tener más posibilidades de éxito es recomendable ser un miembro activo, especialmente si estás buscando un trabajo. Si ésa es la meta final, puede dedicarte a encontrar contactos que puedan hablar bien de ti, presentarte e informarte sobre las cuestiones que son prioritarias para la empresa a la que te diriges. Cuando encuentras un puesto que sabes que te encantaría y en el que progresarías, no dudes en recurrir a tu red para ayudarte a hacerlo realidad.

En resumen, el mundo laboral cambia día a día y las oportunidades ahora están en la red: es el momento de decidir si quieres coger el tren o no.