Las pymes, emprendimientos e iniciativas que han crecido, necesitan generar un organigrama, que represente visualmente la jerarquía de la organización. Su importancia radica en que será su definición y concreción la que permita optimizar los procesos y un reparto claro de tareas. Primero debes distinguir entre los tipos que hay para saber en cuál encaja mejor tu proyecto empresarial: vertical, horizontal, circular o mixto. Aquí tienes algunos consejos para llevarlo a cabo.
Tipos de organigrama
Para proteger y garantizar el triángulo de hierro cada proyecto empresarial tiene que conocer y definir su organigrama. Este consiste en la representación visual ordenada de cada una de las estructuras organizacionales que componen la empresa. Suelen distinguirse los siguientes tipos:
- Vertical: Este es el modelo más tradicional donde los puestos superiores son los de mayor responsabilidad. También puede ser un organigrama funcional si ordena los puestos atendiendo a este criterio.
- Horizontal: La responsabilidad va decreciendo de izquierda a derecha. Este modelo es recomendable para empresas participativas o de ámbito social.
- Circular: Ordena los puestos de manera excéntrica, es decir, del centro a los límites de la circunferencia, siendo el centro la persona con mayor responsabilidad.
- Mixto: Combina el organigrama vertical y horizontal, incluyendo otros criterios como la zona geográfica o las funciones de los departamentos.
Cada día, los modelos de negocio son más complejos, que no complicados. Quiere esto decir que dada la velocidad, la interdependencia global de los procesos y la capacidad técnica para simultanear tareas, habrá mayor interacción entre los puestos.
Por ejemplo, un trabajador de marketing no se limita a diseñar la campaña y presentarla a dirección. Estará en contacto con recursos humanos para ver la fuerza laboral disponible y con logística para valorar temas materiales. Los equipos cada vez son más multidisciplinares y diversos y requieren organigramas más dinámicos que permitan transformaciones ágiles, sin perder la claridad de la representación.
¿Cuál define mejor tu empresa?
Para elegir el organigrama que mejor representa la estructura de tu empresa, en primer lugar, reflexiona sobre los puestos y departamentos de la plantilla. Establece la cadena de mando, es decir, quién lidera a quién. Antes de situar cada nombre y cargo en alguno de los tipos de organigramas señalados, piensa cuál es el objetivo, es decir, de dónde surge la necesidad de generar este mapa organizacional.
Puede ser que hayas detectado incidencias en la comunicación entre los trabajadores. El manual de procedimiento es un documento eficaz para informar a cada trabajador del lugar que ocupa en la empresa y las funciones que se esperan de él. En este archivo puedes incluir el organigrama para agilizar este proceso.
Las pymes suelen buscar organigramas microadministrativos, es decir, claros y sencillos para que su consulta sea ágil. Estos presentan una estructura no muy extensa apta para acoger la escalabilidad, esto es, el crecimiento de la compañía de manera ordenada.
La gestión autónoma de los departamentos es uno de los rasgos que definen la resiliencia de un proyecto en la actualidad. En este sentido, es importante que determines el ámbito de control, es decir, la capacidad de mando de cada persona y los recursos humanos que tiene a su cargo. Una persona con un amplio ámbito de control necesita un equipo con más independencia en cada puesto.
Además con un organigrama bien definido los flujos de comunicación serán transparentes y sin barreras, siendo más eficaz la localización de posibles errores.