A medida que el mundo laboral se transforma, aparecen términos que sirven para poner nombre a algunos de esos cambios. Durante la pandemia oímos hablar por primera vez de la «renuncia silenciosa» en alusión a los trabajadores que abandonaban sus puestos de trabajo en busca de algo mejor. Y después de las técnicas de «despido silencioso» o quiet firing, aplicadas por algunas empresas para forzar a los trabajadores a renunciar a sus puestos, ofreciéndoles tareas aburridas, ignorándoles e incluso tratándoles mal. Ahora hablamos de «contratación silenciosa», que consiste básicamente en dar responsabilidad a los empleados internos más productivos en áreas que no son las suyas, para que puedan acabar ocupando nuevas vacantes, a veces con mejores sueldos.

¿Qué es la contratación silenciosa?

El término “contratación silenciosa” o quiet hiring fue definido así por primera vez por la consultora Gartner. Ahora bien, el término puede resultar inapropiado porque, en la práctica, en muchos procesos no va a significar la contratación de nuevos trabajadores.

En realidad, lo que implica es que la empresa va a contar con trabajadores con nuevas habilidades. En lugar hacerlo seleccionando nuevos perfiles, se trata de formar a los que ya componen el equipo. O también se puede dar la contratación silenciosa modificando el destino de su puesto de trabajo o incorporándolos a proyectos diversos donde desempeñen otras funciones.

El panorama empresarial está creciendo más si cabe en competitividad en materia de contratación. La desaceleración económica y la presión para mantener los costes bajos impacta también  en los procesos selectivos. Desde el departamento de recursos humanos, sabes lo que es intentar captar talento nuevo y a la vez retener el cualificado.

Como guinda del pastel, los presupuestos de personal se mantienen o incluso disminuyen. Así que con la contratación silenciosa vas a buscar a esos perfiles que ya han empezado a trabajar fuera de la descripción de su puesto. Son trabajadores de alto rendimiento que pueden ser productivos en el área donde más los necesites.

Ventajas e inconvenientes de esta nueva forma de reclutar

Cuando has llegado a este punto es porque el contexto te ha desafiado a ser más creativo en términos de selección. La contratación silenciosa tiene una ventaja muy clara. Es una forma eficaz y rentable de cubrir las carencias de competencias, sin incrementar los costes de reclutamiento. Así, la empresa puede optimizar el talento interno sin pasar por todo el proceso de selección de personal a tiempo completo.

En esta línea, al contar con trabajadores más versátiles, aumenta la flexibilidad de los puestos y también ganas en agilidad. Para satisfacer una necesidad inmediata, cuentas con los recursos necesarios. Y los trabajadores pueden percibirlo como una apuesta por su perfil. Así refuerza el compromiso y mejora la productividad. Sin embargo, existe el riesgo de que ellos lo perciban como un aprovechamiento injusto.

Para que esto no ocurra, sé claro al transmitir el mensaje. Lo que ofreces es una oportunidad de aprendizaje y de mejora de las competencias. Por supuesto, si implica la asunción de nuevas responsabilidades, deberá ir acompañado de un aumento salarial. O en su defecto, de otras retribuciones en especie o mejoras de horarios o similar. Si el acuerdo fuera solo a corto plazo para que la empresa pase un momento difícil, esta debe comunicarlo de manera transparente.