El presentismo laboral, o también llamado absentismo presencial, consiste en acudir a tu puesto de trabajo y quedarse más tiempo del debido porque durante el tiempo establecido se están realizando labores que no son propias del trabajo.
El presentismo laboral en España es cada vez más frecuente. De hecho, según un informe de Adecco, el 56% de las empresas españolas afirman haber detectado alguna práctica presentista.
Según una encuesta reciente, más de un 45 % de entrevistados reconocen que se quedan más tiempo en el trabajo por miedo al despido, pero esto no indica que produzcan más, solo que están más tiempo.
No existe un perfil claro de trabajador “presentista” aunque suele tener el siguiente perfil: sexo indistinto, mayor de 35 años, directivo o alto cargo y con contrato indefinido a tiempo completo.
Causas del presentismo laboral
- Falta de motivación, frustración y mala relación en el equipo son algunos de los problemas principales asociados al presentismo. Éstos pueden llevar al trabajador al desencanto con la empresa e incluso a la depresión. Debido a ello, el trabajador cumple con sus horarios, pero invierte su tiempo en tareas ajenas al trabajo que en ningún momento repercuten en la productividad de la empresa.
- Mantenimiento de un orden jerárquico, autoritario y poco flexible en la empresa. En la mayoría de las empresas españolas aún no está implantada la flexibilidad horaria y la conciliación laboral y familiar no se tiene en cuenta. Además, en muchas empresas sigue estando “mal visto” el trabajador que llega y se va a su hora.
- Temor al despido. Muchos trabajadores se quedan más tiempo en la oficina “calentando la silla” y sin ser productivos para que el jefe les vea allí y tengan buena consideración de ellos.
- Problemas familiares. Es otra de las causas más comunes del presentismo. En ocasiones los trabajadores prefieren estar en el trabajo que ir a casa a afrontar situaciones personales que son desagradables.
Consecuencias del presentismo laboral
Como hemos visto, el presentismo laboral está bastante extendido en España, por lo que sus principales consecuencias son:
- Caída de la productividad del trabajo y de la calidad del mismo
- Aumento del estrés y los conflictos entre el personal
- Amplia rotación laboral y disminución del talento
- Desarraigo con respecto a la empresa
En este escenario, cabe preguntarnos ¿el presentismo laboral tiene solución y podemos acabar con él? Pues la respuesta es sí, siempre y cuando las empresas empiecen a cambiar ciertas políticas como los horarios y la comunicación con el trabajador.
Además, hay que tener en cuenta que si los trabajadores están desmotivados o buscan como emplear su tiempo en otro tipo de tareas es porque realmente falta una inyección de optimismo que les haga sentirse cómodos y útiles.
En conclusión, el factor humano es fundamental para que cualquier empresa o compañía consiga mayores beneficios. Por eso, hay que considerar el presentismo laboral como una voz de alarma que hay que corregir en el mercado laboral.