Tras más de 40 años de actividad en Barcelona, la multinacional japonesa Nissan ha cerrado sus últimas plantas en Cataluña en diciembre. Esta situación afecta a miles de trabajadores que se exponen a un futuro incierto. El ejemplo de Nissan nos sirve para hablar de las diferentes opciones que se están barajando para evitar la destrucción de empleo en el sector industrial en nuestro país. Una de ellas, la reindustrialización.

La reindustrialización como salida para la pérdida de puestos de trabajo

El Ministerio de Industria, gobierno autonómico (Generalitat) y sindicatos junto a un asesoramiento técnico y la propia empresa se encuentran actualmente en un proceso de generación de soluciones. El objetivo es dar un nuevo uso a la infraestructura que deja sin actividad la multinacional nipona tras el cierre de su producción en Cataluña. Aunque también se baraja la posibilidad de crear un centro logístico, la idea es acoger otros proyectos industriales que sean capaces de incorporar a los 1.500 puestos de trabajo afectados.

Es lo que se conoce como reindustrialización, darle una nueva vida a una infraestructura que fue diseñada para un determinado proyecto, pero que pueda admitir otros, adecuándolos a las nuevas necesidades. Y algo que es fundamental, manteniendo los puestos de trabajo.

Evitar la dependencia de otros mercados y la generación de empleo

En otro sentido, la reindustrialización también hace referencia a la actualización e innovación en la producción incorporando nuevas tecnologías y asumiendo criterios de producción sostenibles.

Los análisis especializados apuntan a que la deslocalización de la producción a territorios fuera de nuestras fronteras trae como consecuencia la excesiva dependencia de otros mercados. Esto provoca, entre otros problemas, el desabastecimiento de productos cuando los canales de distribución se interrumpen por alguna causa. Así se vio claramente con las mascarillas durante el primer momento de la pandemia o la falta de suministro de millones de productos cuando encalló el megabuque en el Canal de Suez, el año pasado.

Impulsar la producción local para evitar problemas como el desabastecimiento y generar nuevos nichos de empleo en el sector manufacturero son algunos de los motivos que esgrimen los defensores de devolver la industria a los territorios de donde salieron, de apostar por la reindustrialización y la relocalización.

Reindustrialización, oportunidad para pequeñas y medianas empresas

Reindustrialización, oportunidad para pequeñas y medianas empresas

Por otro lado, interesa la necesaria transformación de los procesos productivos para hacerlos más sostenibles y que su actividad genere el mínimo de residuos. Lo que se conoce como descarbonización. Además de avanzar hacia la digitalización. Esta perspectiva también obliga a que la industria experimente un cambio renovador. Se presenta, según los expertos, una oportunidad para las pequeñas y medianas empresas de productos y servicios auxiliares para formar parte de la cadena de suministro en estas nuevas vías de reindustrialización que comienzan a proliferar.

La formación de trabajadores en habilidades necesarias para incorporar estos procesos, es una oportunidad de las empresas que forman parte de la cadena de valor del sector industrial. Para esta adaptación sería fundamental la implementación de procedimientos de reskilling y upskilling para la plantilla.

Oportunidades en el sector industrial

La publicación de referencia en el sector industrial y de la internacionalización de empresas, el Informe Amec, pone de relieve cinco factores de oportunidad para empresas del país. Serían estos:

  1. La industrialización en países en desarrollo, en la que plantea para las pymes españolas participar como proveedoras
  2. La reindustrialización en países avanzados, gracias al apoyo de fondos para la reactivación tras la crisis sanitaria
  3. Los procesos de diversificación y relocalización de las cadenas de valor también constituyen ventajas. Un ejemplo sería el anuncio de la Ley Europea de Chips. Cuyo fin es garantizar el suministro de este producto básico para gran parte de la industria
  4. La modernización de infraestructuras de países en desarrollo. Por ejemplo, ayudas para maquinaria que España podría proveer
  5. La regularización y normativa de la economía circular
  6. Y la sostenibilidad y el impulso del e-commerce

Algunas voces expertas señalan que un enfoque hacia el sector industrial haría de España un país menos vulnerable ante coyunturas económicas desfavorables. El empleo en el sector servicios es sensible a los vaivenes de la economía y un fortalecimiento del sector industrial podría aportar un factor de estabilidad.

En este sentido, los mercados estadounidense, francés, chino, británico y alemán son los que mejores oportunidades pueden brindar a las empresas españolas, según el prestigioso ranking Amec, Empresas Industriales Internacionalizadas para 2022.