En los entornos organizacionales, la colaboración es uno de los pilares fundamentales para la innovación, la resolución de problemas y el crecimiento sostenido. Sin embargo, existe un fenómeno psicológico que, aunque parece promover la armonía en los equipos, puede tener consecuencias negativas en la calidad de las decisiones: el pensamiento grupal o groupthink.

Este concepto, ampliamente estudiado en psicología social, hace referencia a la tendencia de los miembros de un grupo a anteponer la conformidad y la cohesión por encima de la evaluación crítica y la expresión de ideas divergentes. En otras palabras, el grupo prefiere mantener la paz y el consenso, incluso si eso significa ignorar señales de alerta, suprimir opiniones diferentes o tomar decisiones erróneas.

¿Cómo se manifiesta el pensamiento grupal?

El pensamiento grupal no siempre es fácil de identificar, ya que puede estar disfrazado de trabajo en equipo o eficiencia. Algunos signos comunes incluyen:

  • Falta de debate o desacuerdo abierto. Si todos los miembros del equipo están de acuerdo demasiado rápido, puede que no sea una señal de alineación perfecta, sino de miedo a disentir.
  • Presión social para estar de acuerdo. Las personas que tienen puntos de vista contrarios pueden sentirse incómodas o inseguras de expresarlos, temiendo ser vistas como problemáticas.
  • Autocensura. Los miembros optan por no compartir dudas, críticas o ideas innovadoras por miedo a alterar el equilibrio del grupo.
  • Suposición de unanimidad. Si nadie habla, se asume que todos están de acuerdo, lo cual puede no ser cierto.

Este fenómeno puede surgir en cualquier tipo de equipo, sin importar el nivel jerárquico. Desde comités de dirección hasta grupos operativos, todos pueden caer en esta trampa si no se cultiva una cultura de apertura y pensamiento crítico.

Las consecuencias del pensamiento grupal

Aunque, a corto plazo, puede parecer que la cohesión del grupo facilita las decisiones rápidas y sin fricciones, a largo plazo el pensamiento grupal puede ser perjudicial en varios aspectos. Por ejemplo, al evitar el conflicto se pierde la oportunidad de considerar múltiples perspectivas, lo que puede llevar a decisiones unilaterales o poco informadas. En esta situación, es habitual que las ideas valiosas de individuos con puntos de vista diferentes se pierdan por miedo a romper la aparente armonía.

Por otro lado, si todos en el equipo piensan igual, también será difícil encontrar soluciones nuevas o creativas, porque la innovación requiere diversidad de pensamiento.

A lo largo de la historia, el pensamiento grupal ha sido identificado como causa de decisiones catastróficas porque, al minimizar las objeciones o ignorar señales de advertencia, los equipos pueden tomar decisiones arriesgadas o bien no considerar las consecuencias a largo plazo. Uno de los casos más famosos es el accidente en el lanzamiento del transbordador Challenger en 1986. A pesar de advertencias técnicas sobre posibles fallas, la presión por mantener el cronograma llevó al grupo a minimizar los riesgos. Y el resultado fue trágico.

pensamiento grupal

Cómo prevenir el pensamiento grupal en los equipos

La buena noticia es que el pensamiento grupal puede prevenirse, si se toman medidas conscientes para fomentar la diversidad de pensamiento y la seguridad psicológica. Aquí algunos consejos prácticos para líderes de equipo y profesionales de RRHH:

1. Fomentar una cultura de desacuerdo sano

Anima a los miembros del equipo a cuestionar ideas y a expresar sus opiniones, incluso si van en contra de la mayoría. Esto no significa promover el conflicto constante, sino valorar la crítica constructiva como parte del proceso.

2. Designar un «abogado del diablo»

Incluir deliberadamente a alguien que cuestione las decisiones del grupo puede ayudar a abrir el debate y revelar puntos ciegos.

3. Facilitar espacios seguros para compartir

Asegúrate de que todos los integrantes, especialmente los más introvertidos o nuevos en el equipo, se sientan cómodos expresando sus ideas sin miedo a represalias o juicios.

4. Evaluar alternativas antes de decidir

Antes de llegar a una decisión, pide al equipo que genere varias opciones y analice ventajas, desventajas y riesgos. Esto obliga a ir más allá del consenso rápido.

5. Promover la diversidad

Equipos con diversidad de género, edad, experiencia y antecedentes suelen tener un rango más amplio de perspectivas, lo que naturalmente reduce el riesgo de pensamiento grupal.

El rol de Recursos Humanos

Desde RRHH se puede hacer mucho para mitigar este fenómeno. Algunas acciones concretas incluyen:

  • Capacitar a líderes en habilidades de facilitación y toma de decisiones.

  • Diseñar procesos de retroalimentación anónima, que permitan a los empleados expresar preocupaciones sin temor.

  • Evaluar la dinámica grupal en evaluaciones de desempeño y clima laboral.

Además, incluir el tema del pensamiento grupal en programas de formación o liderazgo puede ayudar a crear conciencia en toda la organización.