Las cosas suceden, de una manera u otra.

En momentos de cambio, en tiempos de incertidumbre, es cuando más se hacen notar.

Desde hace mes y medio vengo aportando mi grano de arena a través de este blog.

Intento, desde una perspectiva personal, tratar aquellos temas que puedan favorecer el camino hacia el éxito en la denodada búsqueda por el #empleo que muchos de nosotros venimos realizando.

Y ayer pude comprobar en primera persona que algunas de las sospechas que venía teniendo en los últimos meses, es cierta.

Llevo en el paro desde el mes de diciembre de 2009.

Esto, si no contamos los trabajos esporádicos que he venido realizando en los meses de mayo (una sustitución -como me gusta llamarla- en una empresa de Logística, donde estuve trabajando apenas una semana como administrativo para todo), y julio (cuando trabajé como profesor de pádel para chavales de una escuela de verano en la Universidad Jaume I de Castellón; pero también cuando me contrataron como camarero para el FIB, durante tres días –y de donde me despidieron por la falta de afluencia de público al camping en el que estaba destinado).

En agosto, temiendo que la sequía laboral continuara, decidí ofrecerme como voluntario para el Rototom Festival de Benicàssim, donde me acogieron con los brazos abiertos, y para quienes estuve realizando tareas de todo tipo tras los escenarios.

Ésta fue una apuesta que pretendía granjearme el favor de los organizadores de cara a la edición del próximo festival, pero sobre todo, tratar de aumentar mi experiencia profesional en otros campos.

Funcionó.

Cuando llegó el momento de cerrar la primera edición española de dicho certamen, ofrecí a mis responsables directos la posibilidad de escribir un artículo sobre mi experiencia, y que fuera publicado por el Festival.

La idea gustó.

Escribí mi artículo.

Conté mi experiencia.

Pero no lo publicaron… exactamente.

Lo hice yo mismo a través de las redes sociales, mencionando a la organización, al festival y a las personas con quienes estuve trabajando directamente desde Facebook.

Realmente, fue una aportación personal, y el relato de una experiencia desde el punto de vista del voluntariado.

Pero gustó a todos.

Fijaros que cuando hablo de mención, no me refiero únicamente a citarlos en el artículo. Sino que me encargué de que las personas y organizaciones referidas en él pudieran ser localizadas a través de sus perfiles de Facebook.

Amplié dicha información con algún que otro álbum de fotos del evento.

El tiempo le ha dado reconocimiento, ya que muchas personas que asistieron al Rototom Sunsplash quisieron estar etiquetadas tanto en mis fotos como en el artículo.

Hay que apostar por la #formación para el #empleo

Finalizada esta experiencia, tuve la suerte de poder participar en un programa de ‘Formación Ocupacional’ del Servicio de Empleo de la Comunidad Valenciana.

La verdad, es que era un reto muy interesante.

Atrayente.

Me intrigaba el tipo de conocimientos que pudiera adquirir un tipo como yo. Con una experiencia docente dilatada, pero sin titulación que lo acreditara.

Únicamente contaba con mi savoir faire, mi experiencia personal, y la experiencia que me dieron los años en los que estuve en activo.

Durante todo ese tiempo… Desde el mes de diciembre de 2009, exactamente desde el mismo día 4, viernes, fecha en que me comunican mi cese de contrato, nunca he dejado de buscar proactivamente empleo.

Primero en mi derredor más inmediato.

Benicàssim y alrededores.

Poniendo las miras en la época estival.

Surge hacia el mes de febrero la posibilidad de obtener la titulación de monitor de pádel por la Federación Pádel de la Comunidad Valenciana.

Supero las pruebas.

Obtengo mi diploma.

Pero la crisis atenaza tanto a los clubes que mis previsiones se desmenuzan.

Mi abanico de búsqueda he de abrirlo hacia al menos unos cien kilómetros alrededor mío.

Valencia y Denia destacan como las localidades límite.

Poca o ninguna suerte…

Ninguna…

Lo que va saliendo son empleos para cubrir suplencias.

Sin demasiadas expectativas.

Y tampoco soy seleccionado para ningún puesto.

De ahí que el curso de Formador Ocupacional se vislumbre como una alternativa de futuro.

Siempre apostando por el mañana.

Dejando atrás el presente, que con cada paso que das al frente, se torna pasado.

Sin embargo, y hete aquí la reflexión de este post, cada día veo, navego, leo, exploro y encuentro cientos de ofertas de #empleo diferentes en muchos portales de internet.

Lo primero que me asalta es la duda sobre si mi perfil es entonces el adecuado.

Si mi currículo he de cambiarlo, modificarlo o darle algún giro.

Mi desesperanza es grande.

Sobre todo porque, angustiado, opto por apuntarme a todo lo que considero sea capaz de hacer.

Tracé, entonces, una línea imaginaria partiendo de mi perfil profesional de mejor cualificación, y me apuntaba a todo lo que hubiera de ahí hacia abajo.

Eludí, a propósito, experiencia y conocimientos en vanos intentos por optar a determinados puestos.

Casi todo errores y despropósitos.

Aunque luego, con el tiempo, algunas empresas de selección (Adecco, si no recuerdo mal) en uno de sus informes de cierre del año 2010, hablaban de que muchos de los desempleados de este país habían optado por utilizar su Currículum B para hacerse con algunas ofertas de empleo.

La lectura de dicho artículo no hizo más que reafirmarme en que no era el único descorazonado.

Las empresas han estado tanteando el terreno

La paradoja ha sido que a lo largo de casi todo un año, muchas empresas han seguido contando con los portales de empleo.

Han seguido buscando trabajadores.

Mi desazón era mayor, cuanto más veía que en muchos de los procesos de selección estaba preseleccionado, se me invitaba a contestar a preguntas de los portales sobre mi candidatura… Y sin embargo de las empresas, como muchos de vosotros, nada de nada.

Bien.

Ayer, una de las empresas de selección, por la que realicé una primera entrevista allá por… diciembre, enero tal vez… Decía que ayer se puso en contacto conmigo para ver si seguía interesado por el puesto, y si podían remitir el informe a la empresa empleadora.

Intrigado, asombrado y desorientado… Ciertamente pensaba que el proceso habría concluido o se habría cancelado dado que el puesto requiere realizar determinadas acciones en países del norte de África.

Primero, respondo afirmativamente a la pregunta del responsable de selección, y le indico que tiene mi autorización para pasar ese informe.

Se supone por ello, que hay visto bueno de los reclutadores, y que mi perfil pasa la primera criba.

Pero antes de finalizar la conversación telefónica, le pregunto a mi interlocutor sobre las razones de ponerse en contacto conmigo tras tanto tiempo.

Su respuesta me abrió la luz no sólo de este proceso de selección, sino de muchos otros en los que sigo esperando…

Abiertamente me comunica que la empresa ha venido realizando un sondeo de candidatos. Que querían estar preparados para el caso de que de manera inminente necesitaran cubrir alguna vacante.

Luz al final del túnel

Poco a poco las empresas parecen que van apostando por la incorporación de nuevo personal a sus empresas.

Creo que en gran medida por la necesidad de dar servicio, pero sobre todo cobertura en determinadas áreas, a remolque del crecimiento de otros países que ya no están en crisis.

No es algo generalizado.

Pero la tónica no es la de quedarse a la espera.

La lectura y el análisis de todo esto lo complemento con el creciente aumento en las redes sociales de la divulgación de ofertas de empleo de manera generalizada.

Y sobre todo con los mensajes de ánimo que recibo de usuarios de otras redes invitándome a ir a provincias como Badajoz o Cáceres, donde la crisis parece no haber hecho mella.

Hay poca creación de empleo, me comentan.

Pero al menos no se destruye.

Las redes sociales están marcando el ritmo un poco de todo.

Cada día descubro novedades.

Nuevas aplicaciones. Herramientas que permiten divulgar y promover aquello que más interesa.

La búsqueda de empleo no es precisamente el hashtag más utilizado, pero las empresas y los portales que canalizan las ofertas de #empleo son los que más se mueven.

Hoy (por ayer), más que nunca, es momento de cambios.

Es tiempo de certidumbre.

@AntonioVChanal
Coach y Formador