La comunicación no verbal es muy importante en las relaciones laborales. Cobra especial relevancia en los procesos de selección. Como reclutador, debes estar atento a aquellos microgestos que te van a permitir hacerte una idea más ajustada de la candidatura. Sin embargo, no hay que llevarlo al extremo tampoco en la evaluación del desempeño. La fiabilidad de esta técnica, conocida como sinergología, es otra herramienta de evaluación que funciona mejor al combinarse.
¿Qué son los microgestos?
Cuando aprendiste los elementos de la comunicación, te hablarían de emisor, receptor y mensaje. Pues bien, solo el 7% del mensaje llega a través de las palabras. Los últimos estudios apuntan a que la mayoría de la información que transmites o que recibes es a través de los microgestos con que acompañas a las oraciones. Además, claro, de la entonación y otros datos contextuales, como por ejemplo lo que dejas ver detrás de ti en una videollamada desde tu hogar.
Algunos de ellos han sido más nombrados, como la fuerza con la que aprieta la mano una candidatura en la entrevista o tu postura corporal. Y otros son recientes, debido al formato híbrido y a los procesos de selección en remoto. Entre ellos, evoluciona velozmente dónde colocar la mirada. Si bien queda extraño que la persona esté mirando a cámara todo el rato, es necesario ir combinando. Especialmente cuando participa un grupo. Parece más respetuoso y demuestra atención ir alternando entre la mirada hacia un lado o hacia abajo, es decir, hacia un compañero y la mirada a cámara, simulando el contacto visual del mundo analógico.
Comunicar con mascarilla se ha vuelto todo un reto, pues la sonrisa y la mitad de la expresión facial queda escondida. En este contexto, el contacto visual adquiere mayor importancia dentro de los microgestos de la cara. Pero también es el momento de evaluar todo el conjunto, asumiendo esta falta.
Ventajas y riesgos de analizar microgestos
El proceso de selección es un tsunami de datos que desde el departamento de recursos humanos tienes que filtrar. Contar con el mayor número de herramientas hace posible elegir a los perfiles adecuados y ahorrar en futuros costes de reclutamiento. Analizar los microgestos es una de esas técnicas. Sin embargo, cuídate de darle un valor absoluto, pues existe el riesgo de perder talento cualificado sobrevalorando esta información. Entre las ventajas de conocer esta comunicación no verbal destacan:
- Entender a las candidaturas: poder situarlas dentro de la categoría laboral afinando en la evaluación de sus competencias y capacidades. Puede ocurrir que un perfil aplique por un puesto, pero que en el proceso de selección derive su candidatura a otra vacante.
- Detectar falsedades: a través de la posición de la mirada o de los microgestos faciales puedes sospechar sobre la veracidad de lo expuesto. Esta es una señal de alarma para contrastar con otros datos.
- Ayuda a decidir: cuando las candidaturas son similares y los puestos limitados, los microgestos pueden completar la información que necesitas para terminar de elegir al talento.