Rosalina Diaz Valcárcel lidera la que este año ha sido considerada ‘Mejor Empresa para trabajar en España‘, en la categoría de más de 1.000 empleados. Su carrera es el mejor ejemplo de promoción interna. Tesón, energía positiva y pasión por su trabajo han sido algunas de sus armas para llegar tan alto.

La empresa en la que todo el mundo quiere trabajar

¿Siempre ha sido ésta una gran empresa para trabajar?

Esta empresa siempre ha sido estupenda, con un horario fantástico para mujeres: teníamos una entrada -que sigue existiendo en el caso de «La Ley»- de ocho a nueve, con la salida de cuatro a cinco. Además, yo pedí la reducción de jornada cuando nacieron mis hijas y no tuve ningún problema.

¿Qué convierte a una compañía en el sitio más deseado para trabajar?

Yo creo que no es sólo una cosa, sino muchas: mucho trabajo, sobre todo por parte del departamento de Recursos Humanos. Creo que ellos han tomado la iniciativa, se lo han creído y han trabajado muy duro. También es verdad que nosotros hemos tenido horarios muy buenos para trabajar toda la vida y que ha habido muchas mujeres en la empresa.

A mí me parece que lo que hace que un sitio sea muy bueno para trabajar es, primero, que sea un lugar digno, respetable y donde te respeten; pero también que tengas flexibilidad y aquí siempre hemos procurado ser flexibles y comprender los problemas de la gente. El departamento de Recursos Humanos ha tomado la iniciativa para poner medidas en marcha que pudieran conseguir aún una mayor flexibilidad: desde dar más tiempo para enfermedades de familiares a contratar a la Fundación Alares para que, si tienes un problema, te puedan mandar inmediatamente a alguien a tu casa a cuidar de quien esté enfermo. Esta parte de flexibilidad es muy importante porque creo que es lo que hace que la vida sea más fácil. Pero también está el tema del respeto por el trabajo. Aquí a la gente se la respeta, pero de verdad. No es que trabaje y se vaya, sino que nos preocupan sus problemas personales.

Por otra parte tenemos también una política de promoción interna: Los puestos se ofrecen primero a la gente de dentro que trabaja y tiene interés. Yo creo que soy un ejemplo de carrera profesional interna, pero como yo hay mucha gente en la compañía.

Además, dedicamos mucho esfuerzo a la formación. Hace dos años pusimos en marcha un programa de potenciación de mandos intermedios. Hoy han pasado más de 80 personas por ese máster, algo que luego ha repercutido en los equipos en los que estaban trabajando.

Anticiparse al futuro

¿Qué le hace ilusión profesionalmente en un futuro inmediato?

Profesionalmente me hace mucha ilusión consolidar la Fundación Wolters Kluwer que creamos a finales del 2007, y que tenga proyección. Me gustaría que la fundación tuviera vida por sí misma, que cogiera fuelle porque eso significará también que la empresa Wolters Kluwer es una empresa fuerte, que tiene capacidad de responder socialmente.

En el día a día, siempre trabajamos sobre un plan a tres años: ahora estamos haciendo el plan para 2010-2012. La visión de la compañía es convertirse en referente, siendo capaz de responder a las necesidades de nuestros clientes, especialmente en el ámbito tecnológico, adaptándonos cada minuto a las tendencias del mercado.

¿Y cómo logran anticiparse a esas tendencias?

Tenemos unos consejos asesores de gente muy prestigiosa, gente muy inteligente y muy profesional. La primera visión de estas personas es muy importante. También nos ayudan los grandes clientes, que suelen ser la avanzadilla de lo que luego será la tendencia general.

Haciendo equipo

¿Con qué gente le gusta trabajar?

Me gusta rodearme de la gente más capaz que pueda encontrar, trabajar con los más listos de este mundo. Pienso mucho más en su aptitud y actitud que en sus conocimientos. Busco gente ilusionada, gente fácil para trabajar, gente con ilusión.

¿Qué tipo de gente le parece «fácil»?

Gente extrovertida, capaz de trabajar en equipo, que no busque el problema sino la solución. Que sea alguien normal, que tenga ganas de trabajar en un entorno de confianza. Ésta es una empresa muy abierta, no hay jerarquización, estamos todos al mismo nivel.

Usted trabaja codo con codo con autores y con personas de naturaleza muy creativa. ¿Qué ha aprendido de ellos?

La verdad es que hay gente realmente brillante, muy original en los planteamientos. Son personas que no necesitan demostrar nada, con las que trabajar resulta muy fácil.

Lecciones de liderazgo

¿Qué cualidades cree que debe tener un líder para poder obtener lo mejor de sus equipos?

Lo primero, honestidad con la gente respecto a lo que pueden esperar y a lo que no pueden esperar. No mentir nunca, ser honesto y al mismo tiempo, exigente. Yo creo que la gente agradece que le exijas a la hora de trabajar. Lo peor que le puede pasar a alguien es pensar que a su jefe le da igual lo que está haciendo. La gente agradece que seas exigente, que aprecies lo que hace. Es muy importante dar las gracias, valorar lo que se hace bien y corregir lo que se hace mal.

Dar las gracias. Pocas veces los directivos hablan en estos términos…

Pues yo creo que es fundamental y las doy con mucha frecuencia. No me cuesta nada, como tampoco me cuesta nada pedir perdón cuando me he equivocado. Yo creo que es muy importante y que la gente lo agradece muchísimo.