En los nueve primeros meses de 2009, los discapacitados firmaron un 11,38% menos contratos de trabajo que en el mismo período del año anterior. Éste es el dato más alarmante del estudio ‘El impacto de la crisis económica en las personas con discapacidad y sus familias’, que se basa en datos del Servicio Público de Empleo Estatal (INEM) y que acaba de ser dado a conocer.

El estudio pone de manifiesto que han disminuido todos los tipos de contratos, aunque los que ofrecen una mayor calidad y estabilidad, es decir, los indefinidos, han resultado más vulnerables a la crisis que los temporales y los de obra y servicio.

Asimismo, el cambio de ciclo económico ha perjudicado, sobre todo, a las mujeres, que ya partían con una situación de desventaja respecto a los discapacitados varones.

Y si el menor acceso al empleo provoca una merma del poder adquisito, también está detrás del aumento de los cuadros de ansiedad y estrés que ha detectado el informe, que ha sido elaborado para el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad).