Hasta no hace mucho tiempo, conciliar vida laboral y familiar era uno de los objetivos que se marcaban tanto compañías como trabajadores. Los empresarios aceptaban flexibilizar horarios, incentivar el trabajo por objetivos, fomentar el teletrabajo e incluso aumentar los permisos de maternidad y paternidad. Sin embargo, según se acrecienta la crisis, estas medidas se van reduciendo y, en algunos casos, incluso tienden a desaparecer. Sobre todo porque los trabajadores no las valoran tanto como antes. En una situación tan complicada como la actual, lo principal es encontrar empleo. Tan importante es para los españoles, que ya miran más por la seguridad laboral que por el salario.

Así lo recoge el informe ‘Employer Branding: cuando la percepción puede convertirse en realidad’ presentado por Randstad para analizar los factores que más valoran  los españoles a la hora de elegir una compañía donde trabajar. Este año, el 68% de los españoles consultados –tanto en activo como sin empleo– admiten que el aspecto decisivo para elegir una empresa es la seguridad laboral a largo plazo. Además, otros factores importantes son las perspectivas de futuro, las condiciones económicas, el ambiente de trabajo y el desarrollo de una labor interesante. «Cuando no tienes trabajo, el empleado puede relegar la conciliación a un segundo plano, aun así, creo que las  empresas que hemos apostado por ella, seguimos haciéndolo ahora», asegura María José Carretero, manager de Recursos Humanos de Randstad.

Carretero está en lo cierto, pues este año solo el 35% de los encuestados marca entre sus condiciones más relevantes que la empresa ofrezca buena conciliación entre vida laboral y familiar, trece puntos menos que en 2011.  Esto indica que los trabajadores son conscientes de que es momento de realizar ciertos sacrificios de índole personal para lograr una mayor estabilidad en el mercado y en la empresa. Sin embargo, este aspecto se ve principalmente en los hombres, pues las mujeres siguen optando por la conciliación laboral y  familiar, así como por la flexibilidad  horaria, como factores indispensables para elegir entre una compañía u otra.

El estrés, al máximo

El de Randstad no es el único estudio que revela datos preocupantes. El Centro  de Negocios Regus ha presentado un informe que afirma que el 62% de los trabajadores acusa un aumento de su nivel de estrés en el último año,  especialmente por motivos profesionales. Para Olivier de Lavalette, director de Regus en Europa del Sur, esta situación hay que mejorarla porque los trabajadores estresados «ni están contentos ni gozan de buena salud». Javier Benavente, presidente del Grupo Alares, especializado en servicios  especializados en asistencia familiar, coincide con De Lavalette: «Es imposible construir una sociedad más justa, equilibrada y competitiva sin conciliación». Si apuestan por ello, las empresas serán más productivas y competitivas, algo «indispensable » para superar las dificultades de estos años.

Desde el Gobierno parece que se asume el reto. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha reiterado en múltiples ocasiones el compromiso de su cartera con la calidad de vida de los trabajadores. Es más, esta semana se ha creado una comisión en el Congreso, compuesta por PP, PSOE y CiU, para trabajar en el análisis y puesta en marcha de medidas para facilitar la conciliación y la productividad. Sin embargo, el futuro no pinta muy claro, aunque los expertos coinciden en que cualquier relajación en las políticas de conciliación laboral y familiar acarreará problemas a las empresas que así lo decidan. Para María José Carretero, de Randstad, la conciliación «debe ser la base de la responsabilidad social corporativa de cualquier organización», una idea que corrobora Javier Benavente, del Grupo Alares, aunque va más allá y añade que ya existen marcas «que han incorporado servicios para ayudar a sus clientes a conciliar vida laboral, familiar y personal». Es decir, «ya no solo debe entenderse como algo exclusivo para las personas que trabajan en una organización, sino también como un producto que beneficie a nuestros clientes», asegura.

Asimismo, ambos coinciden en que las empresas que han apostado siempre por la conciliación lo seguirán haciendo en un futuro. «Los empresarios españoles son mucho más responsables y solidarios de lo que la mayoría de la gente cree», afirma Benavente, y añade que los ejecutivos en nuestro país «tienen muy claro que un trabajador que no se sienta valorado y cuidado por su compañía no va a aportar lo mejor de sí».