De la evolución del sector financiero y la eficacia en la gestión de gastos fiscales de los gobiernos dependerá que el mundo despida 2009 con un mínimo de 210 o un máximo de 239 millones de parados. No hay ningún rincón que se salve. Según las últimas «Tendencias Mundiales del Empleo» de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) correspondientes al mes de mayo, el índice de paro global podría oscilar a finales de este año entre el 6,5% y el 7,4%, casi el doble que el registrado hace tan sólo dos años.

Muy lejos queda ya ese 2007 en el que la bonanza económica hacía albergar grandes esperanzas para el segundo y tercer mundo. Hoy, sin embargo, la recesión que se ha rebautizado con el nombre de crisis en el boyante mercado occidental, ha sido la gota que ha colmado el vaso de las estadísticas más dramáticas en el resto del mundo. Tanto es así que, de no empezar a ejercer su efecto dominó las políticas de estimulación económica de los países más desarrollados -la OIT fija en 300 millones de empleos los necesarios para absorber el crecimiento de la fuerza laboral de aquí a 2015-, este año pasará a la historia como aquel en el que el número de trabajadores con menos de un dólar de renta al día empezó a superar al del de los trabajadores por encima de él. En cifras, más de mil cuatrocientos millones de personas se encuentran bajo el umbral de la pobreza.

Colectivos vulnerables
Este récord histórico se relaciona de tú a tú con el de la precariedad laboral, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sitúa en un 60% de la población activa mundial. En la actualidad, son más de 1.800 millones los trabajadores sin contrato -y, por tanto, sin la protección social necesaria-, una cifra que alcanza los 2.000 millones si tenemos en cuenta el sector agrícola, que para él África subsahariana supone el 90% de su población activa.

Pero esta no es la única preocupación de los actores laborales. Malas son también las perspectivas de las próximas generaciones, y no sólo las de las regiones más deprimidas. La OIT espera que el desempleo juvenil aumente a escala planetaria de 11,6 y 17,7 millones de personas -lo que situaría su tasa de paro entre el 14,1% y el 15,1%-. Otra mala noticia que lleva a éste y otros organismos internacionales a demandar un pacto mundial con medidas extraordinarias que implemente las actuales políticas de los gobiernos y que den especial prioridad a los colectivos más vulnerables:

AMÉRICA
Norte y Sur del Nuevo Continente viven en constante efecto dominó. El primero, alcanzando el índice más bajo de desconfianza en el consumo (54,8%) y, el segundo, perdiendo derechos laborales adquiridos en los últimos años y regresando a la economía sumergida.
Población activa: 155 y 187 millones de personas, respectivamente
Paro: Su tasa en EE.UU, (9,5%) supera en un punto
a la de América Latina

EUROPA
La población envejece. Además, como consecuencia de la actual crisis económica, el paro alcanza su mayor cota desde 1998.
Población activa: En la Unión Europea supera ya los 240 millones de individuos
Paro: Más de 20 millones de personas no tienen trabajo en la Europa de
los 25. Uno de cada cinco, vive en nuestro país
Envejecimiento: De aquí al 2050, la población activa se reducirá en 66 millones de personas

ASIA
El continente más poblado del mundo afronta la crisis después de una década de crecimiento.
Población activa: Estimada en 1.800 millones de personas. El 62% trabaja sin protección social en la llamada economía informal
Sectores: La agricultura genera casi la mitad de los puestos. Para 2015 el sector servicios y el industrial emplearán al 60% de los trabajadores
Desempleo: Aunque la tasa media no supera el 7%, el paro se ceba con la población urbana

ÁFRICA
El empleo informal azota como una epidemia al continente africano, donde la mitad de la población sobrevive con menos de un dólar al día.
Tasa de paro: La de la zona Norte de África es la más alta de todo el mundo
Jóvenes: 200 millones de personas tienen entre 15 y 24 años. Su tasa de desempleo roza el 60%
Trabajo informal: En el África Subsahariana representa las tres cuartas partes del total