Aunque las mujeres constituyen el 51% de la población, este porcentaje no tiene su reflejo en el mercado laboral. La mujer en el sector laboral masculino tiene una presencia minoritaria, y es víctima de la precariedad laboral y la parte más perjudicada de la denominada brecha salarial.
El camino a la igualdad se agrava cuando llegan los hijos, el momento en el que la participación de las mujeres en el mercado laboral se resiente. Nueve de cada diez excedencias para el cuidado de los hijos las presentan las féminas.
La precariedad laboral en cifras
Las cifras indican los retos que todavía tiene por delante la mujer en el sector laboral masculino. Ellas tienen que trabajar 79 días más por término medio para cobrar la misma cantidad de dinero que ellos.
Además, para disfrutar de una pensión de la misma cuantía, una mujer tiene que trabajar once años más que un hombre. De media, y a pesar de que el Estatuto de los Trabajadores vela porque no haya diferencia de remuneración en trabajos de igual valor, el sueldo anual de la mujer es 7.000 euros inferior al del hombre por realizar el mismo trabajo y función.
Sectores eminentemente masculinos
La presencia de la mujer se resiente especialmente en los puestos de dirección, ya que la presencia femenina en los consejos de administración de las empresas no llega al 20% de media, poniendo una vez más en evidencia la existencia de un techo de cristal.
Además, existen sectores esencialmente masculinos, donde la presencia de la mujer es minoritaria, a pesar de que ha mejorado ligeramente en los últimos años. Es el caso de, entre otras, las carreras científicas o tecnológicas, las ingenierías, la judicatura, la arquitectura o la notaría. Para ponerlo remedio se han puesto en marcha diversas actividades divulgativas vinculadas al fomento del interés científico y tecnológico por parte de las niñas.
La crisis como amenaza para la mujer
A pesar de los avances que se han hecho en relación con el acceso de la mujer al mundo laboral, todavía quedan muchos retos que afrontar para alcanzar la plena igualdad de género. En este sentido, las crisis económicas son uno de los principales enemigos que tienen las mujeres que desean incorporarse con pleno derecho y permanecer en el mercado laboral.
Las crisis son uno de los factores responsables de la presencia minoritaria de la mujer en el sector laboral masculino. En sectores como el de la arquitectura técnica, que partía de cifras muy bajas en cuanto a la presencia femenina, la crisis de 2008 frenó por completo la incorporación de la mujer y provocó el abandono de la profesión por parte de muchas.
En este sentido, existe un gran temor de que la crisis por la alerta sanitaria provocada por el Covid-19 tenga las mismas consecuencias, reduciendo la presencia de la mujer en el sector laboral masculino e impidiendo su inserción laboral en profesiones tradicionalmente masculinizadas.