Dave Celone

Por Dave Celone, director de Desarrollo y Donaciones Anuales de la escuela de negocios Tuck, del Dartmouth College

La 19ª Copa del Mundo está en marcha, trayendo con ella 80 años de colorida historia y un extraordinario talento técnico. Siete países se han dado el gusto de levantarla, encabezados por Brasil con un record de 5 títulos, seguido por Italia con 4, Alemania con 3, Uruguay y Argentina con 2, e Inglaterra y Francia con una conquista cada uno. Los treinta y dos equipos clasificados para esta edición ya están luchando por el codiciado trofeo, pero aceptémoslo, a menos que gane Italia, nadie podrá disputar la hegemonía brasileña en cuanto a títulos se refiere.

En la “Copa Mundial de los MBA” en lo que hace a las donaciones de ex alumnos existe una similitud notable, aunque incluso más reveladora cuando se analizan las estadísticas de los últimos 25 años. Es sabido que la correcta elección de un MBA cuando se trata de las escuelas de negocios top en el mundo, va a significar una experiencia de cambio de vida. Los estudiantes de la Escuela de Negocios de Tuck (New Hampshire, Estados Unidos) tienden a tomar nota de ello antes de aplicar para su ingreso. Sí, Dartmouth es parte de la Liga Ivy de universidades -Harvard, Yale, Princeton…-, que ofrecen estos posgrados tan buscados. Pero los estudiantes van más allá del nombre de la escuela y la visibilidad de los posgrados. Los estudiantes de Tuck se dan cuenta de que el verdadero valor no está tanto en el título en sí, ni en la experiencia en las aulas, sino en las relaciones vitalicias que desarrollan durante sus dos años en la escuela y en la respectiva red de graduados que ofrece el apoyo y las oportunidades necesarias para el progreso en la vida. Es allí, en las campañas de donaciones de ex alumnos, donde se juega la Copa del Mundo de los MBA cada año.

La tasa de participación de los ex alumnos de Tuck acaba de dar cuenta de otra prueba de este éxito. Dos tercios de los ex alumnos de Tuck hicieron un aporte a su escuela para su 39ª Campaña Anual de Donaciones, que terminó en mayo. Con un 66,7% de participación, supera a otras escuelas de negocios top por lo que sería un equivalente a un 5 a 0 en la final de la Copa del Mundo. Por detrás de Tuck, en el top ten de las escuelas de negocios la siguiente alcanzó una tasa de participación del 42% y en el resto, el promedio estuvo por debajo del 25 %. Aún más destacable es el hecho de que ninguna de las otras escuelas haya llegado cerca del 60% en las donaciones de ex alumnos, cuando Tuck ha estado por encima de este porcentaje en los últimos 25 años de forma consecutiva.

¿Por qué los estudiantes valoran la tasa de participación en las donaciones de ex alumnos cuando están pensando cual es la mejor escuela de negocios para ellos? Simple. Con un cuerpo de ex alumnos altamente involucrados y comprometidos, las posibilidades de éxito para los graduados más jóvenes crecen enormemente. A lo largo de sus vidas, los graduados de Tuck saben que pueden apoyarse en una comunicad que servirá como una red de seguridad y como una escalera hacia el éxito futuro. También saben que acercándose a otro graduado de Tuck en cualquier lugar del mundo, con un llamado telefónico, un e-mail, un contacto por LinkedIn o Facebook, o un encuentro casual en una sala de directorio generarán de manera inmediata una corriente de buena predisposición y conexión que se atraviesa distintas generaciones desde 1900, año en el que se fundó.

Piénsenlo de esta manera, si Brasil ganara la Copa del Mundo 20 veces seguidas, aún no podría compararse con los 25 títulos mundiales que Tuck a cosechado en forma consecutiva desde 1985. Sin ofender a Brasil, pero ninguna otra escuela de negocios top se acerca siquiera a la performance de Tuck en la “Copa del Mundo de los MBA”.