La progresiva internacionalización de las escuelas de negocios y los centros de posgrado está facilitando a los alumnos vivir una experiencia inigualable en el extranjero. Todos los asistentes al desayuno organizado por Infoempleo en colaboración con Randstad admitieron que el componente internacional es uno de los factores clave para atraer a los estudiantes, tanto españoles como extranjeros, a sus aulas. Además, impulsar este factor global es su principal reto a corto plazo. En Les Roches, que tiene también centros en Estados Unidos, Australia, Suiza y Shanghai, conviven alumnos de 50 nacionalidades durante los meses que dura el máster. Lo que refleja, en palabras de Mano Soler, su coordinador de Desarrollo profesional, «cómo el mundo se hace cada día más pequeño mientras el mercado laboral amplía sus fronteras».
También IESE, a punto de inaugurar un campus en Nueva York, camina en esta línea. O el IE, donde este año, por primera vez, hay más alumnos extranjeros —de 86 nacionalidades— que nacionales. Para Borja Rodiles, adjunto al director del área de Carreras de ESIC, la internacionalización es un desafío común para todos, ya que «los estudiantes, cada día más, perciben la multiculturalidad como algo muy positivo». En su caso y durante los últimos meses, se han centrado en potenciar su sede brasileña.
La cooperación académica con centros extranjeros es otra de las ofertas de las escuelas españolas. Ahí está ESADE y su presencia en Argentina o Garrigues, que colabora con Georgetown y Harvard. «Los alumnos ven estas oportunidades como un complemento perfecto, sobre todo desde hace cuatro años», corroboró Vanessa Izquierdo. Un complemento que, en un momento como el que estamos atravesando, puede apartar o incluir a un candidato de un proceso de selección. Tal y como recordaba Borja Rodiles, de ESIC, «el mercado, ahora mismo, lo quiere todo. Un profesional flexible, orientado a resultados, con idiomas, experiencia… El reto para nuestro sector es aportar más valor a esas candidaturas para que pasar por una escuela sí sea un punto diferencial».