El hecho de pasar muchas horas al día en la oficina hace que sintamos afinidad con algunas personas del equipo, lo que permite que establezcamos lazos de confianza que pueden derivar en una amistad. El problema aparece cuando la persona de la cual el trabajador se ha hecho amigo es su superior. Las numerosas desventajas de convertirse en amigo del jefe indican que esta situación a menudo acaba mal, perjudicando a ambos tanto en el terreno personal como en el laboral.

Desventajas de convertirse en amigo del jefe

A la hora de establecer una amistad con un superior, el trabajador debe ser consciente de que existen numerosos inconvenientes de convertirse en amigo del jefe, entre ellos los siguientes:

Posibilidad de que el trabajo se convierta en un infierno

Un desacuerdo en el terreno laboral o personal puede hacer tambalear la amistad surgida entre jefe y empleado. Si esto ocurre, el centro de trabajo puede convertirse en un auténtico infierno. Un jefe convertido en un ex amigo puede criticar constantemente el rendimiento del empleado. Y a la inversa, un trabajador que antes era amigo del jefe puede cuestionar su autoridad a cada paso. 

En juego la privacidad personal

Cuando una persona es amiga de otra tiende a contarle los aspectos más íntimos de su vida, como su afiliación política, sus creencias religiosas, orientación sexual o trayectoria amorosa. Si la relación entre los dos amigos se ve comprometida, también lo estará la privacidad de ambas personas, ya que por despecho tanto jefe como empleado pueden hablar de ello al resto del equipo.

Presión sobre la vida laboral

El trabajador puede sentirse presionado para mantener la amistad, por las posibles consecuencias que se podrían derivar de no hacerlo en su vida laboral. 

Críticas por parte del equipo

Entre las desventajas de convertirse en enemigo del jefe se encuentran las posibles envidias que este hecho puede provocar en los compañeros, que sentirán que el superior siempre beneficia a su amigo, aunque no sea así. En este sentido, es común que el jefe tienda a no favorecer a su amigo, tratándolo incluso peor que al resto de sus compañeros. Esto podría implicar que, para no despertar suspicacias, le hiciera realizar las tareas más difíciles o no valorara su trabajo en público.

Escasa valoración del trabajo

Una persona que sea amigo de su jefe nunca será bien valorado como profesional. Los demás entenderán sus buenos resultados, en el caso de producirse, como una consecuencia de la relación de amistad, lo que lleva a un daño irreparable a su reputación profesional. 

Beneficios pasajeros

En el caso de que el empleado obtenga beneficios por el hecho de ser amigo del jefe, estos se restringirán de una manera taxativa en el momento en que su amigo pase a otro departamento, ascienda de posición o cambie de empresa.

En cualquier caso, si a pesar de las desventajas de ser amigo del jefe, el trabajador quiere seguir adelante con la amistad con su superior, hay que tener en cuenta que hay que establecer límites en el terreno laboral.

Dentro de la organización, la relación entre ambos debe ser exclusivamente profesional. El manteamiento de la amistad dependerá de que ambas personas tengan la madurez suficiente para aceptar el rol de cada uno de ellos dentro de la organización, sin esconder la amistad, pero sin beneficiarse de ella.