¿Qué habilidades definen el talento innovador? Destacan cinco propias de los liderazgos creativos y sostenibles: para asociar, cuestionar, observar, experimentar y trabajar en red.
Construir una cultura corporativa innovadora beneficia tanto a la empresa como a la plantilla. Fortalece las buenas prácticas con la ejercitación diaria de la creatividad, manteniendo algunas preguntas activas como el: ¿Qué pasaría si…?
Habilidades propias del talento innovador
El crecimiento y la propia sostenibilidad de una empresa pasa por identificar cinco «habilidades de descubrimiento» que distinguen a los ejecutivos más creativos en la medida en que están capacitados para:
- Asociar: la asociación es la capacidad de conectar con éxito preguntas, problemas o ideas aparentemente no relacionados de diferentes campos. Y además fijarse en esos nodos que funcionan de relación, pues los procesos ágiles que demanda el mercado volátil actual requieren flexibilidad en la toma de decisiones basada en estas intersecciones. Como Steve Jobs observó en varias ocasiones: “la creatividad es conectar cosas”.
- Cuestionar: mientras propones una lluvia de ideas, les puedes preguntar: “Si hiciéramos esto, ¿Qué pasaría?”. Pedirse a uno mismo, o a otros, que imaginen una alternativa completamente diferente puede conducir a ideas verdaderamente originales.
- Observar: una práctica recomendable en el día a día es pasarse y mirar alrededor. A menudo, las sorpresas que conducen a nuevas ideas provienen de ver a otras personas trabajar y llevar una vida normal. Ves algo y preguntas: “¿Por qué hacen eso? Eso no tiene sentido”. Es en esta dirección en la que la filosofía de Toyota del genchi genbutsu recomendaba «ir al lugar y verlo por uno mismo».
- Experimentar: “Animo a nuestros empleados a ir por callejones sin salida y experimentar”, dice Bezos. Y añade: “Si podemos descentralizar los procesos para que podamos hacer muchos experimentos sin que sea muy costoso, obtendremos mucha más innovación”.
- Trabajar en red: conocer personas con diferentes tipos de ideas y perspectivas para ampliar sus propios dominios de conocimiento es una práctica aconsejable que va del ágora griego al actual networking.
Cultura corporativa innovadora
De nada sirve contratar a personal con talento innovador si la organización no apuesta por la implementación y desarrollo de una cultura corporativa coherente. Esto requiere reservar tiempo para que tanto el liderazgo como su equipo cultiven activamente ideas más creativas. Un buen consejo para comenzar es tratar de pasar de 15 a 30 minutos cada día escribiendo 10 nuevas preguntas que desafíen el status quo en la empresa o sector.
El talento innovador, aunque parta de una condición genética, se desarrolla con la práctica diaria. Ser innovador es ya una necesidad existencial ante el avance de la tecnología y la demanda de la sociedad. Siguiendo la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, estos perfiles demuestran su ser empático con el que contribuyen a probar ideas originales y a aprender de la experiencia de los otros.
La cultura organizacional de una empresa incluye todas sus actividades, procedimientos, prácticas, ideales, políticas, incentivos y empleados. Si es innovadora y creativa, impulsa las buenas prácticas, atrae a los perfiles cualificados, motiva a la plantilla, mejora su adaptabilidad al cambio y la marca empleadora.