El trabajador expuesto a una situación de acoso laboral puede presentar problemas psicológicos y de salud. En algunos casos serán síntomas incompatibles con la actividad laboral, y en otros el empleado podrá desarrollar sus labores profesionales, pero necesitará ayuda por parte de la empresa. El manejo del estrés postraumático en el trabajo por parte de la empresa tras situaciones de acoso laboral es fundamental para que la víctima se sienta protegida y pueda volver a recuperar la mayor normalidad en el menor periodo de tiempo posible.
Ventana temporal y síntomas del estrés postraumático en el trabajo
Una persona que sufre estrés postraumático en el trabajo como consecuencia de acoso laboral puede experimentar una serie de síntomas que pueden incluir desde el temor a la reexperimentación del acoso sufrido, pasando por la incapacidad de concentrarse y mantener un rendimiento adecuado, o incluso padecer síntomas físicos como taquicardias, ansiedad o ataques de pánico.
La sensación de amenaza continua, el miedo a perder el trabajo o haber echado por tierra la carrera, la preocupación por la propia salud o la depresión pueden ser otros síntomas a los que enfrente una víctima con estrés postraumático en el trabajo. En otras ocasiones se produce un aislamiento social, de modo que el trabajador acosado no se relaciona con los compañeros. Otras veces se produce hipersensibilidad a la crítica o evidente malhumor.
Lo más habitual es que el trabajador que ha sufrido acoso tenga síntomas en el trabajo en los siguientes tres meses al trauma. Si bien podría experimentar malestar incluso meses o años después. En casos extraordinarios el trabajador cronifica sus síntomas y no puede volver a trabajar.
Acciones de la empresa ante el estrés postraumático en el trabajo
Si un trabajador sufre de estrés postraumático en el trabajo como consecuencia de acoso laboral lo primero que debe hacer la empresa es apoyar a la víctima. Lo puede hacer a través de las siguientes acciones:
Protección global
La posibilidad de que un empleado sufra estrés postraumático en el trabajo como consecuencia de acoso laboral merece que la compañía tenga perfectamente definido un protocolo interno específico orientado a esta situación, que conllevaría medidas en materia de prevención, instrumentos internos de detención, medidas cautelares para que el acosador no pueda molestar a la víctima, una investigación interna formal y rigurosa aplicación de las actuaciones disciplinarias contra el acosador, en caso de confirmarse que el acoso laboral se ha producido.
Colaboración en su recuperación
La compañía está obligada a colaborar en la recuperación del profesional que sufra de estrés postraumático en el trabajo por una situación de acoso. Esto incluye desde la facilidad para reincoporarse progresivamente a sus funciones, información de los derechos que puede ejercer en la vía administrativa o judicial y, por supuesto, las medidas orientadas para que no se vuelva a producir una situación de acoso.
Ofrecimiento de apoyo
En una víctima con estrés postraumático en el trabajo por acoso laboral la ayuda psicológica es fundamental para superar el shock de regresar a su puesto de trabajo. La empresa, dentro de su protocolo de actuación, debe tener reflejada la necesidad de brindar a la víctima la posibilidad de recibir ayuda por parte de un profesional.
Las situaciones de estrés postraumático en el trabajo tienen consecuencias negativas para el empleado y la compañía. De la ayuda que la empresa pueda ofrecer a la víctima podría depender que la persona que ha sufrido el acoso pueda reincorporarse cuanto antes a sus funciones, sintiéndose segura y protegida por la organización.