En un panorama empresarial cada vez más marcado por la incertidumbre, la complejidad y la disrupción, los modelos tradicionales de liderazgo han dejado de ser suficientes. De hecho, en muchos casos, se han convertido en parte del problema. El concepto «Enjambres de Liderazgo» define una nueva forma de liderar, colaborativa y no jerárquica, inspirada en el comportamiento que tienen en la naturaleza los enjambres (especialmente de abejas), y requiere contar con cinco capacidades clave para tener éxito. Te contamos cuáles son.
¿Qué son los Enjambres de Liderazgo?
El término «Enjambres de Liderazgo» fue acuñado por primera vez por BTS, consultora especializada en transformación organizacional. Está inspirado en el comportamiento colectivo de los enjambres de abejas o aves. Se trata de un conjunto de actitudes compartidas por múltiples miembros del equipo, que les permite actuar de forma coordinada y eficaz, como si fueran uno solo.
Este concepto surge como una respuesta práctica y urgente a un entorno, que en el ámbito empresarial se denomina como MESSY (por sus siglas en inglés: messy, ever-changing, shifting, surprising and yet-to-be defined). Es decir, un contexto desordenado, cambiante, imprevisible y sin patrones claros. Ante este escenario, la figura del líder individual que lo sabe todo y toma decisiones desde la cima de una jerarquía piramidal, ha perdido efectividad. En su lugar, emerge una nueva forma de liderar más distribuida, colaborativa, empática y adaptativa.
En este modelo, el liderazgo no se impone, sino que emerge de la interacción continua entre personas que comparten un propósito y se apoyan mutuamente. Esto permite una toma de decisiones más rápida, una respuesta más ágil a los cambios y, sobre todo, una mayor resiliencia colectiva.
En vez de buscar héroes individuales, se trata de construir equipos donde el liderazgo es colectivo, fluido y adaptativo, más acorde con el entorno al que nos enfrentamos. Para Ignacio Mazo, vicepresidente de BTS para el Sur de Europa y Latinoamérica: “Es casi imposible pensar que alguien, de forma individual, tenga todos los conocimientos y capacidades necesarias para afrontar estos escenarios de incertidumbre. Las empresas que entiendan esto y fomenten equipos que trabajen juntos, como un enjambre, no solo obtendrán mejores resultados, sino que aumentarán sus probabilidades de sobrevivir”
BTS identifica cinco capacidades clave que los líderes —y los equipos— deben desarrollar para formar parte de estos Enjambres de Liderazgo, y prosperar en el entorno actual:
1. Movilizar la acción colectiva hacia un propósito común
En tiempos de incertidumbre, lo único que puede mantener la cohesión de un equipo es un propósito inspirador compartido. Un líder en modo enjambre es aquel que genera energía colectiva, alinea continuamente a las personas y celebra los pequeños logros que mantienen la motivación viva.
Su principal función no es controlar, sino impulsar la dirección del grupo, como lo haría el zumbido coordinado de una colmena.
2. Actuar con cercanía: empatizar y conectar
Hoy más que nunca, el liderazgo exige conexión humana real. No basta con mostrar empatía ocasional; es necesario construir relaciones auténticas, generar espacios de seguridad psicológica y practicar la escucha activa de manera constante.
Mostrar vulnerabilidad, lejos de ser una debilidad, se convierte en una fortaleza que amplia la confianza, y fomenta un entorno donde las personas se sienten vistas, escuchadas y valoradas.
3. Aprovechar el impulso
La velocidad y la simplicidad son las nuevas ventajas competitivas. En un mundo donde los cambios son vertiginosos, los líderes deben fomentar una cultura ágil y resiliente, donde las decisiones no se demoren y las oportunidades se aprovechen al vuelo. Esto implica eliminar burocracias, cuestionar lo establecido y priorizar el movimiento por encima de la perfección. En otras palabras: actuar antes que planificar en exceso.
4. Abordar la disrupción
En un escenario donde la disrupción no es la excepción sino la norma, el liderazgo debe transformarse en una herramienta de aprendizaje continuo. Esto implica visualizar futuros alternativos, experimentar sin miedo al error y adaptar la estrategia con rapidez.
Los líderes deben facilitar espacios donde equivocarse esté permitido, siempre y cuando se traduzca en una mejora o una nueva vía de acción.
5. Abrir paso al crecimiento
Los Enjambres de Liderazgo florecen cuando todos sus miembros crecen, evolucionan y toman responsabilidad por su propio desarrollo. El papel del líder aquí es crear redes de apoyo que fomenten la autonomía, la colaboración y la corresponsabilidad. No se trata de “gestionar personas”, sino de activar su potencial para que cada uno pueda liderar desde donde está.