Las empresas teal o turquesa se caracterizan porque no hay jerarquías definidas y sus equipos trabajan de manera autónoma. Este modelo se basa en la autorrealización y en el apoyo mutuo para desarrollarse entre compañeros. Su nombre procede del libro “Reinventar las organizaciones” de Frederic Laloux. Le sirve para denominar el último “cambio de paradigma”, que diría Kuhn, en los sistemas organizacionales.

Rasgos de las empresas teal

Si en tu empresa el modelo de liderazgo es conservador puede que te suene extraño este formato teal donde son los empleados quienes toman las decisiones. Algunos incluso lo nombran “talentocracia” porque la experiencia del empleado y demás grupos de interés están en el centro.

El color turquesa representa el nivel más avanzado de desarrollo hacia una organización productiva y con una plantilla comprometida. La clasificación cromática que culmina en el turquesa, empieza en el:

  • Rojo o “la ley del más fuerte”: Se basa en un líder poderoso que ejerce su autoridad a través del miedo.
  • Ámbar o piramidal: Destacan los procesos a largo plazo y se trabaja en equipo por roles.
  • Naranja: Con jerarquía interna pero atendiendo a los méritos para ascender y centradas en la innovación.
  • Verdes: Son las que se amparan en los valores como criterio estratégico y sitúan el foco en el bienestar de todos los stakeholders. Su mayor dificultad es lograr acuerdos mediante el consenso.

El objetivo es alcanzar una plantilla feliz, donde prime el bienestar laboral. ¡Abajo el ir desmotivado a trabajar! Para ello, la gestión de equipos analiza el propósito de cada uno de sus empleados y como si del ikigai se tratara, une el crecimiento personal con el profesional. Este será uno de los pilares de las organizaciones teal. Los que se suelen destacar además son la plenitud y la autonomía de los trabajadores.

Los valores compartidos serán reconocidos por el entorno y los stakeholders. Algunos de ellos son: la transparencia, la sostenibilidad, la responsabilidad, la diversidad, el liderazgo, la innovación y, sobre todo, el trabajo en equipo.

Rasgos de las empresas teal

¿Qué puedes aprender de ellas?

La primera ventaja es que este modelo correctamente aplicado otorga agilidad a la empresa. Al progresar del mecanismo del consenso hacia el acuerdo entre iguales, los procesos se vuelven más eficaces. Son organizaciones basadas en la holocracia con equipos autogestionados.

Con esta adaptabilidad al cambio, además de sobrevivir a la situación generada por la pandemia, se convierten en competitivas y coherentes con el mundo actual, regido por la velocidad de la transformación digital. Los productos y servicios son lanzados al mercado en formato beta y será la evaluación de resultados la que vaya corrigiendo el rumbo y afinando en los objetivos.

Este modelo empresarial está directamente vinculado con una nueva forma de liderazgo que escucha a la plantilla y muestra su interés preguntando directamente o con dinámicas creativas como el semáforo tricolor al llegar y al salir del trabajo. En una palabra, presta mayor atención a las necesidades de quienes le rodean. Es crucial en las organizaciones teal que la persona que lidere se reconozca humano, vulnerable y con limitaciones.