La información es un valor intangible que todo departamento de recursos humanos tiene que apreciar. Los resultados medibles de una correcta entrevista de salida pueden aportar beneficios a la plantilla como fortalecer la fidelización de los empleados, reducir el índice de rotación y mejorar las especificaciones de cada puesto, tanto en cuanto al desempeño como de cara a un futuro proceso de selección. El employer branding además se verá reforzado con un cierre satisfactorio de la relación laboral para ambas partes.
Beneficios de la entrevista de salida
Considera este tipo de entrevistas como una herramienta muy útil para la empresa. Esta consiste en una serie de preguntas hechas al empleado cuando se finaliza la relación laboral, bien por su renuncia o por decisión de la compañía. El objetivo es alcanzar la retroalimentación, nunca fomentar un debate o intentar retenerlo.
Es clave evitar los comentarios personales o dirigidos hacia un empleado en concreto. Las preguntas deben mantener el tono general. Algunos de sus beneficios directos son:
- Aumentar la estabilidad de la plantilla, pues al conocer las razones por las que se finaliza esa relación laboral, se pueden implementar procesos de mejora interna.
- Proporcionar información clave para diseñar estrategias o cambios en la cultura empresarial, si procede. Te sirve para explorar el funcionamiento de la compañía pues las preguntas van a averiguar qué ha pasado desde el momento en que decidió formar parte del proyecto hasta que renunció.
- Fortalecer el employer branding: cada vez es mejor valorado en una empresa la satisfacción de los empleados durante toda la relación laboral, de principio a fin.
Prepara la entrevista con estos tips
En primer lugar, las entrevistas de salida deben ser idénticas para todos los empleados. De esta manera la información obtenida es productiva. Los posibles cambios estructurales derivados de esta información son útiles si son consecuencia de la repetición en las respuestas y no de una percepción subjetiva individual. Puedes ordenar las preguntas en torno a los siguientes bloques. Aquí algunos ejemplos:
- Condiciones laborales: ¿cuáles han sido las razones para decidir cambiar de puesto de trabajo?
- Relación con el manager: ¿qué podría mejorar tu supervisor en estilo y habilidades de gestión?
- Ambiente y cultura empresarial: ¿qué es lo que más te gustaba de este trabajo y qué cambiarías?
- Mejores condiciones del nuevo puesto: ¿qué hace más atractivo el nuevo rol laboral: mejor salario, mejor horario, accesibilidad, cultura empresarial, conciliación?
- Plan de carrera: ¿crees que tu gerente apoyó tu desarrollo profesional?
En general, las personas no suelen inclinarse a contestar encuestas, así que el planteamiento tiene que ser sencillo y elegante, aunque elaborado, para optimizar los resultados. El procedimiento consiste en enviar un formulario con diseño que recoja las preguntas, a modo de test o encuesta con opciones múltiples y, una vez hayan sido contestadas, concertar una entrevista personal, a ser posible con un entrevistador neutral, es decir, que no haya trabajado directamente con este empleado, de cara a facilitar que sea lo más honesto posible en sus respuestas. Para el procesamiento de la información, puedes ayudarte con un software o ATS.