A partir de un determinado nivel empresarial a casi nadie le resulta extraño oír hablar de ‘coaching’ y son muchas las compañías que recurren a este apoyo para fomentar el trabajo y la confianza de sus equipos. Y es que, si hace unos años la presencia de un‘coach’ ejecutivo hacia pensar que algo –malo– pasaba en esa empresa, hoy es símbolo de estatus.

Según la International Coach Federation (ICF) el ‘coaching’ consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Y establece que, mediante este proceso, el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida. Hasta aquí todo claro. Ahora bien, la pujanza de esta ayuda profesional en las empresas españolas hizo que muchos se colgaran el título de ‘coach’ sin serlo. Y es que ha sido tal la evolución de esta profesión que, aun hoy, ni si quiera existen datos ni estadísticas sobre la utilización y repercusión de esta actividad en España.

Más profesional

Erik de Haan, director del Master en Executive Coaching de la Universidad de Ashridge (Reino Unido), recurre a estadísticas sobre psicoterapia para analizar las ventajas y repercusiones que se pueden asociar a estas técnicas. Como uno de los gurús europeos sobre la formación de ‘coaches’ profesionales, va a colaborar con la Deusto Business School en el nuevo Master sobre Coaching Ejecutivo que este centro estrenará el próximo mes de marzo. «No hablamos de saber de ‘coaching’, si no ser ‘coaching’», puntualiza en su reciente visita aMadrid.

Y ahí radica el nuevo giro que el ‘coaching’ está experimentando en España, es decir, hacia una profesionalización del sector consolidada en unas bases formativas adecuadas –y oficiales–. Jesús Mari Iturrioz, director académico del Master de la Deusto Business School, cree que en España no podemos perdernos el poder que tienen estas técnicas. «Queremos aportar un programa diferente que no existe aquí para poder alinearnos con los más punteros a nivel internacional. Pretendemos dar claridad sobre el ‘coaching’ y también calidad, porque todo funciona si hay valor añadido», explica.

Esta transformación no solo es evidente aquí, sino que se está produciendo un cambio generalizado. «En los últimos 10 años, el ‘coaching’ ejecutivo se ha convertido en una profesión, con más aprendizaje individualizado y una mayor focalización en el desarrollo que en el remedio», comenta De Haan.

Que el ‘coaching’ está de moda es una realidad que a pocos se les escapa. Y esta situación privilegiada es todavía más destacable si tenemos en cuenta que su trayectoria se ha ido formando en momentos de crisis, cuando las empresas suelen hacer mayores recortes.

Alternativas

El interés por todo lo relacionado con el ‘coaching’ ha facilitado que surjan varias iniciativas, algunas de ellas bastantes originales, al respecto. Tal es el caso de la iniciativa que ha puesto en marcha la consultora Aflora: un programa que recurre a técnicas teatrales aplicadas a la empresa para desarrollar las habilidades de liderazgo. «Nuestro objetivo no es que el profesional aprenda a desempeñar un papel y comportarse como alguien que no es, sino manejar, controlar y modificar aquello que transmite sin querer. Para esto, las técnicas teatrales se adaptan a la perfección, ya que es el trabajo de un actor», comenta Ángeles de la Flor, coach y socia de la firma.

Al aumentar la oferta, también se diversifica y se especializa. The International School of Coaching (TISOC) ha creado un programa de orientado al departamento comercial de la empresa y que, según los organizadores, promete un retorno de la inversión a las empresas. El objetivo final de este proceso es lograr integrar el ‘coaching’ como «modelo eficaz de ‘feedback’ en las actividades diarias y procesos de gestión de ventas, pues aquel que se supervisa mediante estas técnicas dispone de un 88% más de efectividad que otros sistemas».

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