José Ramón Riera, presidente del Grupo Ágora Solutions.

Un informe publicado por la Comisión Europea a principios de este año ponía de manifiesto que entre 2002 y 2010 el 85% de los nuevos puestos de trabajo habían sido creados por las pymes en los estados miembros de la Unión Europea. Es evidente el valor que las pequeñas empresas suponen en la recuperación económica y por este motivo, son especialmente éstas las que deben fomentar el esfuerzo y la motivación entre sus empleados, consiguiendo así una mayor solidez global de la compañía.

Las empresas de nuestro país, ahora más que nunca, deben trabajar en fomentar los valores de orgullo de pertenencia a la organización por parte de los empleados, lo que hace que cada uno de los miembros del equipo se reconozca como parte activa e imprescindible en la compañía, y no solo como un recurso más para el cumplimento de los objetivos misionales.

Esto no es solo una herramienta para lograr el éxito de la inversión, si no una obligación que deberían comprometer a todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector.

Aunque a simple vista pueda parecer obvio, el fomento de la empleabilidad y el talento ha sido durante mucho tiempo una de las carencias principales de las empresas dado el desconocimiento de que el desarrollo de los profesionales y el bienestar de los mismos incide, sin duda alguna, en un posicionamiento competitivo y ventajoso de la organización frente a la competencia.

Según un estudio realizado por Ágora Talanton, el panorama está evolucionando y son cada vez más las empresas que deciden invertir en el desarrollo de un sistema coherente de recursos humanos como eje principal de la estrategia de la compañía. Muchas de estas confían en empresas externas para llevar a cabo, de la mano de experimentados profesionales, una estrategia que funcione como centro de todas las acciones de negocio. Se concluye, además, que el 63,6% de los usuarios de outsourcing apuesta por aumentar este tipo de servicios, especialmente en lo referente a los recursos humanos, dejando claro que las empresas son conscientes de la importancia de fomentar el talento y motivar a los empleados hacia una puesta en común de compromiso.

Este mismo estudio pone en alza que la minimización de los riesgos de rotación de los trabajadores es una de las mayores preocupaciones de las empresas y es aquí donde la motivación de los empleados vuelven a tomar protagonismo, convirtiéndose en la única solución para resolver dicho problema.

El apoyo a las personas con talento y la formación de los potenciales trabajadores es una postura no solo útil para el desarrollo del negocio, sino además, responsable con los empleados y con la sociedad en general. Sin duda alguna, la inversión de tiempo y recursos para mantener la gestión adecuada de los recursos humanos es primordial para el éxito de cualquier empresa, independientemente de su tamaño o dector empresarial.