Para reclutar talento IT debes conocer algunas de las profesiones más demandadas hoy en día. Entre ellas, cabe destacar a los desarrolladores front-end, back-end y full-stack, que se ocupan de distintas áreas de las páginas web. En el desarrollo del front-end se cuida la parte visual cercana al cliente, mientras que el back-end trabaja para hacerlo operativo. El perfil full-stack integra más que desarrolla todos los aspectos web.

Talento IT para el desarrollo de webs

La profesionalidad del desarrollo web va en aumento alcanzando salarios que rondan los 30.000 euros anuales. Las múltiples facetas evolucionan con el tiempo, pero cada área cubre una zona del proceso. Al haber trascendido la combinación de códigos y recursos informáticos, el factor humano es cada vez más valorado. La creatividad y actualización formativa de los programadores juega un papel esencial en la supervivencia de una empresa. Para ello, reclutar este talento IT requiere de ciertas nociones y objetivos.

El perfil back-end es el que cuenta con mayor especialización técnica del lado del servidor. Trabajando en la sombra es el responsable de mejorar la experiencia del usuario optimizando los procesos web. A la hora de reclutarlo tienes que comprobar que domina el mayor número posible de lenguajes de programación como ASP.NET, PHP, Python, Ruby, Node.js o Java. También debe estar familiarizado con las bases de datos como MySQL, SQL Server, PostgreSQL, Oracle o MongoDB.

El perfil back-end debe formarse como desarrollador de aplicaciones web o como desarrollador de aplicaciones multiplataforma. El reskilling y el upskilling será necesario como aprendizaje continuo, pues según la empresa y el proyecto serán necesarios unos lenguajes u otros.

Talento IT colaborando con la empresa desde casa

Diferencias entre front-end, back-end y full-stack

La parte visual, es decir, la apariencia queda al cargo de los desarrolladores front-end. Ellos se ocupan de los colores, las fuentes, los desplegables y todo lo relacionado con el diseño de la interfaz. Los lenguajes que deben dominar son HTML (HyperText Markup Language, componente estructural clave de todas las webs de internet, sin el que las páginas web no pueden existir de hecho), CSS y JavaScript. En realidad, estos son comunes para las tres áreas del desarrollo web. Solo cambia el nivel de especialización y dominio. Pero en particular el front-end se encargará de:

  • Mejorar los tiempos de carga: mejorando a su vez la experiencia del usuario. Así conseguirá mayores leads o ventas.
  • Escribir un código mantenible: lo cual supone un reto porque en HTML y CSS no hay ciclos, funciones, objetos o condiciones. Son tecnologías dinámicas que necesitan la ayuda de procesadores o motores de render que trabajan al añadir código de lenguaje en el template.
  • Soportar diversos navegadores y dispositivos.

El programador full-stack es multiusos y demuestra gran versatilidad. Aunque suelen ser perfiles que lideran los proyectos, es difícil que dominen todos los aspectos. Estarán especializados o en back-end o en front-end. El mundo de la tecnología con el crecimiento de las startup y todas las intersecciones entre el programador y el producto final, impide que una sola persona suma este rol. Su labor será la de conector entre distintos expertos, siendo más integrador que desarrollador.