Entre un 15% y un 20% de las personas en España han sufrido acoso en el trabajo en algún momento de su vida laboral, o mobbing como se conoce habitualmente. Las empresas se dotan de protocolos para prevenir estas conductas comprendidas dentro de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL). Estas son algunas de las más habituales.
El acoso laboral o mobbing se define, según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST), como la “exposición a conductas de violencia psicológica, dirigidas de forma reiterada y prolongada en el tiempo hacia una o más personas por parte de otra/s que actúa/n frente a aquella/s desde una posición de poder (no necesariamente jerárquico). Dicha exposición se da en el marco de una relación laboral y supone un riesgo importante para la salud”.
Prevenir estas situaciones, sensibilizar ante las mismas y contar con recursos para su resolución en el caso de que se produzcan forma parte de las tareas específicas de riesgos laborales en la empresa.
Elaboración de un código ético frente al acoso laboral
Una de las herramientas a las que recurren las compañías con mayor frecuencia para hacer frente a estas conductas es la elaboración de un código ético. Se trata de un documento en el que se explica en qué consiste el acoso moral o psicológico y las vías para denunciarlo dentro de la empresa.
Es habitual que se nombre un comité de cumplimiento que se ocupe de recoger la denuncia, tanto en los casos en los que se está siendo víctima como si se es testigo de esta conducta infligida a un compañero. El código ético supone una medida de prevención proactiva, que explicita la voluntad de la empresa por evitar este problema y/o que se conozcan las formas de atajarlo en caso de que se produzca.
El compromiso con este código ético, especialmente por parte de la dirección, es decisivo. El acoso laboral se produce cuando existe una diferencia de estatus entre víctima y victimario, por lo que puede producirse con mayor facilidad cuando hay una relación desequilibrada de poder como ocurre normalmente en las empresas entre jefes y empleados. Aunque no solo, como señala la nota técnica de prevención del INSST, el acoso laboral también puede producirse entre compañeros de trabajo.
El compromiso de la alta dirección fundamental para evitar el mobbing
Asumir esta responsabilidad con un comportamiento ético por parte de los altos cargos se pide tanto en la vigilancia para que no se produzcan este tipo de conductas como en el autoexamen para no adoptar actuaciones susceptibles de acoso moral. Este compromiso formará parte de la generación de una cultura corporativa de respeto en el que tampoco cabe la discriminación.
Otra de las medidas contra el acoso laboral es facilitar formación y conocimiento a los mandos directivos, pero también al resto de la plantilla mediante campañas de concienciación sobre estas prácticas dañinas para la convivencia. Es necesario para poder prevenir comportamientos indeseados y para detectarlos. Ya que no siempre son visibles o no se identifican, aunque se están sufriendo. Como también lo es sellar este compromiso mediante la firma de un documento que refuerce la importancia del propósito.
La creación de comités de cumplimiento favorece la detección precoz
Las empresas comprometidas con este problema crean comités de trabajadores especialmente formados en este tema, que se ocupan del cumplimiento de este código ético mediante la gestión, seguimiento, evaluación y detección del acoso moral.
Se realizan análisis que estiman si las condiciones laborales se están degradando, teniendo en cuenta las riesgos psicosociales a los que están expuestas las personas en los entornos laborales. Si se detectaran, se incorporarán medidas orientadas a corregirlas.
De forma paralela, no siempre este diagnóstico se realiza a tiempo por falta de voluntad o recursos. Se anima a la denuncia a través de email o formularios específicos de estas actuaciones tan lesivas para la salud psicológica asegurando la confidencialidad, respetando el derecho a la intimidad y con la garantía de que no se producirán represalias.
La violencia en el trabajo no se produce de la noche a la mañana. Son procesos que se dan junto al deterioro de las condiciones laborales. Incorporar medidas que garanticen condiciones laborales dignas, y construir entornos laborales respetuosos amparados por la igualdad de oportunidades, evitarán que tengan lugar. El código ético contra el acoso debe un elemento estratégico en las empresas.