El despido por faltar al trabajo puede conllevar una sanción. La normativa y los convenios colectivos incluyen diferentes situaciones en las que está justificado no acudir a tu puesto, entre ellas seguir una convocatoria de huelga, encontrarse de baja médica o tener que acudir al médico, entre otras. En los casos más graves, la falta injustificada al trabajo puede llegar incluso a la máxima sanción, que es el despido disciplinario.

Lo primero que hay que hacer si un trabajador tiene una falta injustificada a su puesto es consultar si se considera una falta o no, en función de lo que refleja al respecto el convenio colectivo. En ocasiones faltar un solo día al trabajo es motivo de sanción, mientras que otras veces solo se considera sancionable si el trabajador ha faltado de forma reiterada sin justificación.

En el contrato colectivo de trabajo se recoge todo lo relacionado con las sanciones a aplicar si se falta al trabajo, y tanto la empresa como el trabajador tienen que acogerse a las medidas contempladas.

Despido por faltas injustificadas al trabajo

Sería conveniente analizar, en primer lugar, las circunstancias que le han llevado al trabajador a faltar a su puesto de trabajo. Factores como si se trata de un caso aislado o reincidente, si ha faltado un solo trabajador o son varios los empleados los que no han acudido a su puesto han de ser considerados, porque las sanciones tienen que ser acordes a las circunstancias específicas de cada caso.

Las consecuencias no pueden ser las mismas para un trabajador que ha faltado un día de manera injustificada en años, que otro empleado que falta de forma periódica y que ha recibido alguna sanción previamente por este motivo. En el primer caso, lo más pertinente es que el trabajador sufriera una amonestación, mientras que en el segundo caso, en función de la gravedad, podría llegarse a un despido por falta de asistencia al trabajo.

Carta de despido por faltas injustificadas al trabajo

Cuando se le notifica al trabajador una sanción o se le entrega una carta de despido por falta de asistencia al trabajo, el profesional, si no está de acuerdo, puede impugnarlo en los siguientes 20 días hábiles. El primer paso es presentar una papeleta de conciliación.

Cuando se impugna una sanción o despido el trabajador debe justificar por qué no fue a trabajar y la empresa tiene que demostrar que se produjo la ausencia del empleado, especialmente si este no ha asistido a su puesto de trabajo de forma reiterada. Es importante, a su vez, que la carta de despido cumpla todos los requisitos que marca la normativa y que describa con rigurosidad los hechos. Se puede reseñar, por ejemplo, qué día tuvo lugar la ausencia o qué es lo que establece el convenio colectivo al respecto.

Si el juez desestima el despido o la sanción porque considera que los hechos que se describen son falsos o no se pueden demostrar, o bien porque la carta de despido no sigue los requisitos legales, o la sanción no es proporcional al acto cometido por el trabajador, se puede calificar el despido como improcedente, lo que hará que la sanción quede anulada.

Recordad, que acordar un despido por faltar al trabajo entre empresa y empleado con el fin de que la compañía no tenga que pagar indemnización y el trabajador pueda cobrar la prestación por desempleo es un fraude que conlleva sanciones, tanto para la organización como para el profesional.