La formación continua en el puesto de trabajo impulsará el avance profesional y personal de cada trabajador en la empresa. En este sentido, se hace muy necesario eliminar aquellos conocimientos obsoletos del sector para aprender nuevas e innovadoras prácticas que están pegando fuerte y funcionan mejor. Aunque suene contradictorio, en el desaprendizaje está la clave que te permitirá impulsar el desarrollo del talento, la productividad y la eficiencia del equipo humano de una organización. Ahora bien ¿cómo se puede aplicar en una empresa? Te lo contamos.
¿En qué consiste el desaprendizaje en la empresa?
Desaprender no es otra cosa que deshacernos de aquello que se queda obsoleto o ya no es necesario. Esa capacidad es básica en el desarrollo de la organización y del capital humano. El desaprendizaje nos ofrece la oportunidad de cerrar una fase empresarial dejando atrás aquello que ya no nos aporta para poder avanzar más ligeros, darnos una nueva oportunidad y abrazar nuevas experiencias o conocimientos sin miedo al error.
La cultura del aprendizaje está relacionada con la del desaprendizaje y es clave en las organizaciones que quieren estar a la vanguardia de la innovación. El modelo de la Revolución Industrial y de la Ilustración, basado en la estabilidad y en la acumulación de conocimientos de forma lineal, ahora es ya es caduco. En la actualidad nos enfrentamos a nuevos desafíos y modelos que pasan por cuestionar lo que durante años hemos estado haciendo para desaprender a hacer aquello que ya no nos vale.
Factores que guían el nuevo modelo para desaprender
Desde el área de Recursos Humanos de las empresas es importante crear una guía que te permita poner en marcha procesos de desaprendizaje. Para ello, conviene que tengas en cuenta algunos factores:
- Hay que instar a la movilización tanto de la empresa como de las personas para no seguir haciendo lo mismo, sino reflexionar y asumir una actitud crítica que les permita deshacerse de viejos patrones para adoptar nuevos modelos.
- Se debe realizar una formación adecuada a las necesidades de la empresa: hoy en día tenemos un gran número de posibilidades para llevar a cabo la formación continua de los empleados. Por ejemplo, las plataformas de teleformación se han convertido en herramientas prácticas y eficientes.
- Se tiene que identificar lo que conviene desaprender: para ello debemos realizar un mapa que nos ayude a detectar aquello que es contradictorio, poco productivo o inconsistente.
- Hay que buscar nuevas alternativas tanto a nivel organizacional de la empresa como individual de las personas que allí trabajan. Desde el área de Recursos Humanos es importante que invites al equipo a participar de forma activa en el proceso de desaprendizaje, así como a que analice su propia forma de proceder como la de la empresa. Después que hagan sus propias aportaciones.
- Se necesita implementar cambios y realizar un seguimiento de las acciones.
Como puedes ver, el desaprendizaje organizacional consiste en analizar y poner en jaque todo lo que sabemos para deshacernos de aquello que ya no nos suma. Tiene muchos beneficios para las empresas, puesto que permite cambiar rutinas e incorporar procesos que mejoren su productividad y competitividad. ¿Te atreves a implantarlo?