Maribel Ferrero, socia de Boyden.

Cuando hablamos de que todavía hay pocas mujeres en puestos directivos y consejos de administración –el 6 y el 10,5%, respectivamente– y nos preguntamos, y preguntamos al mercado, el porqué de esta situación, dos son las respuestas recurrentes: la primera, que hay muchas mujeres que abandonan su carrera profesional con la llegada de los hijos; y la segunda,  que en general, las mujeres son menos ambiciosas y ansían menos el poder.

Hay algo de cierto en lo anterior y, para resolverlo, quizá haya que  incrementar las medidas de conciliación y obligar a las empresas a cumplirlas. Pero también hay otras mujeres a las que, estando preparadas, no se les da más oportunidades por presuponer que van a presentar más  «problemas» que los hombres por ese derecho y deber que tiene el ser humano a conciliar la vida profesional y familiar.

Un estudio elaborado recientemente por la consultora McKinsey refleja que las empresas que tienen más mujeres en sus comités de dirección y en sus consejos de administración no solo incrementan la productividad sino también la rentabilidad. Además, se ve cómo la presencia de mujeres en consejos de administración es muy dispar si nos comparamos con otros países. España se sitúa en el séptimo lugar de once países. Noruega y Suecia lideran el ranking con un 32%y 27%, respectivamente. Muy lejos, en cualquier caso, de la paridad. España tiene un 10%. Aunque se ha incrementado frente al 4% del 2007, es mucho el camino que todavía nos queda por recorrer. En cuanto a la presencia de mujeres en comités de dirección, seguimos estando también muy por detrás de estos países.

Teniendo en cuenta que las universidades españolas están más llenas de mujeres que de hombres, se puede pensar que la situación se corregiría de una manera natural. Pero lo que todavía no tenemos es el estudio de cuántas mujeres han dejado su carrera profesional por la maternidad; en definitiva, por la conciliación.

Por tanto, este hecho no asegura nada, como no lo aseguró en la generación que estudió carreras universitarias hace 20 años. Hoy día hay muchas  mujeres preparadas, tanto desde el punto de vista académico como de la experiencia, para ocupar puestos de dirección general, presidencia o consejería, pero que son transparentes, porque, por ese afán de conciliar y de cumplir con la empresa y la familia, van menos a cócteles, cenas y otros eventos que dan visibilidad y relaciones sociales.

Habrá que seguir trabajando en formarnos, en medidas de conciliación, en el «networking», en darnos visibilidad y en un cambio cultural que permita ver, buscar y apostar por las mujeres.