Los conflictos laborales suelen estar originados por algunas de estas causas: mala comunicación, diferentes valores o intereses, recursos escasos, choques de personalidad o distintos niveles de rendimiento. Especialmente peliagudo es cuando se trata de los mandos intermedios. Estos se encuentran en cualquier empresa entre la plantilla y los cargos directivos. Analizar cuál es su función, principales conflictos y ventajas de su buena resolución es un determinante estratégico para una proyección saludable de la compañía.

¿Qué papel tienen los mandos intermedios?

El trabajo de los mandos intermedios es una tarea compleja que abarca la planificación, ejecución y control de los equipos. Los conflictos con los mandos intermedios pueden tomar dos direcciones:

1. Hacia la dirección

  • Saber decir que “no”. A veces la distancia entre los cargos directivos y la plantilla hace que se planteen objetivos que no son realistas y es labor del mando intermedio la de mediar en esta situación.
  • Habilidad comunicativa y estratégica para defender ideas con las que no siempre se está de acuerdo: cuando llega un cambio, los mandos intermedios tienen que ser los que empujan, no los que se resisten.

Contar con buenos jefes

2. Hacia la plantilla

  • Falta de capacidad de liderazgo. Es un error habitual seguir tratando a los empleados como compañeros. La función principal del mando intermedio es representar a la empresa.

Muchos conflictos surgen de la escasa formación del nuevo mando intermedio que ha sido promocionado probablemente por destacar en sus competencias técnicas. Pero esta situación no implica que sepa liderar un equipo.

Puedes proporcionar distintos cursos de manera periódica que fortalezcan habilidades de comunicación no violenta o dinámicas de gestión de personas. Por otro lado, con el apoyo de la tecnología se avanza hacia equipos con mayor capacidad de autogestión en los que surgen menos conflictos.

Recursos para la solución de conflictos

Como reglas generales es aconsejable cuidar el momento de la comunicación. Quedar a una hora y lugar determinados facilita el diálogo y evita interrupciones. Es muy importante centrarse en los datos objetivos y buscar una solución conjunta. Como prueba de la escucha activa, es recomendable repetir lo que se ha entendido antes del turno de la respuesta.

Una vez expuesta la situación, lo ideal es convenir una jerarquía de conflictos y una hoja de ruta para trabajar cada desacuerdo. Y siempre siempre es motivo de celebración el haber sido capaces de crear un espacio de diálogo y entendimiento, al margen de la solución o proyectos derivados.

Equilibrio para la empresa

La buena gestión de los mandos intermedios es un elemento de apoyo para el éxito de la compañía. Hay que evitar por todos los medios que los conflictos minen la moral del personal y aumente el absentismo.

Cabe mencionar también el deseo de ser reconocida como empresa saludable y sostenible: es sano un buen ambiente laboral, para cada persona y para prolongar la vida de la empresa. Para ello debes encaminar a todo el equipo a un objetivo común mediante prácticas que cohesionen a cada persona particular.

La resolución de conflictos siempre es una oportunidad de aprendizaje y mejora que ayudará a crecer tanto a los empleados y mandos intermedios, como a la empresa como organización. El objetivo último, al fin y al cabo, es fortalecer los vínculos y mejorar el rendimiento.